MIS CADERAS SI MIENTEN

 Hoy como cada año me hicieron los rayos X de mis caderas, después de hacer un par de tomas, la mujer que  estaba detrás de la computadora, que no era la misma que me estaba acomodando en la camilla, salió de su escondite y me preguntó "quién te hizo ésto?" "Nadie" respondí sin explicación, algo que he aprendido de los gringos, a limitarme a responder solo las preguntas. Entonces re formuló la pregunta "entonces cómo te hiciste ésto?" Estaba realmente impactada, como todos los radiologos que me hacen los exámenes en todos los años de mi vida. Así de fatal debe ser el panorama. No se explican como entro caminando al consultorio y no en silla de ruedas, más ahora que me estoy haciendo mayor.


Lo curioso es que en mis archivos de fotos tengo muy buenas tomas de mis caderas, como la que adjunto al final. Es cuando pienso que mis caderas si mienten muy bien, porque adoptaron una buena forma para proteger la deformidad que sólo se revela cuando camino.

Pero todos los marchantes típicos y todas las personas del mundo adoptamos formas bellas para proteger alguna deformidad interior, quizá él reconocimiento de éste hecho es el que me ha hecho flexible con las limitaciones de quienes me rodean y me ha colmado de esta pésima memoria emocional que me robó el talento para el rencor, por lo que olvido con facilidad los detalles de los agravios que me hacen las personas. Cuando después de un tiempo me encuentro con alguien que me ha lastimado, me puede la alegría de volverle a ver y me vuelco sobre su cuerpo en un abrazo cual boa constrictor. Otra cosa es que confíe de nuevo en alguien que traicionó mi confianza.


Mis caderas mienten pero no han traicionado mi confianza, han sido tan leales que me han transportado contra todo pronóstico médico 9.125 días extras, sin contar los 12.775 días que se esperaba que hicieran su trabajo aunque fuera de manera mediocre. Cuando veo mi vida en éstos términos es cuando me declaro una auténtica guerrera. 



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