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LA CHICA DEL NOVENO PISO.

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Desde hace ocho años asisto a un grupo de superación personal una vez al mes, no siempre pero con frecuencia ella asiste, la chica del noveno piso. Patricia llega enfundada en su mejor traje de acuerdo a la estación del año, si es en invierno ella viste un lujoso abrigo negro y si es verano un vaporoso vestido. Lleva puestas sus joyas que elije de manera sobria y su maquillaje delicado e intacto que siempre capturan mi atención, no pierdo un solo detalle de ella, a veces memoriza poemas que comparte con nosotros y otras veces me sorprende con una participación brillante sobre el tema que estamos tratando. Confieso que quiero ser como ella, de pronto no en este momento, pero si cuando yo también haya llegado al noveno piso. Y es que a Patricia ya le hemos celebrado los noventa años de edad, y tiene su mente intacta, y su vitalidad es envidiable. No le teme a los colores vivos, ni le teme a los temas de salón atrevidos. No mengua halagos y reconocimiento alguno para quienes la acompañamo

LA MUJER DEL PISO VEINTINUEVE.

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Ella vive en el piso veintinueve de un edificio con una imponente vista al mar, a sus pies reposan Miami Beach y Star Island. Ya le he advertido a mi esposo que debemos guardar silencio. Por las interacciones previas que he tenido con ella intuyo que presenciaremos uno más de los monólogos suyos. Mi esposo comprobará sin malestar y dejando brillar su alma que yo estoy en lo correcto, y se mantiene muy parco y silencioso, entre otras cosas no hay alternativa, pues cuando uno intenta intervenir en la conversación, ella continúa hablando como si no hubiera escuchado nada y no se toma la molestia de interesarse por lo que uno quiere decir. Llevamos flores para ella, con una tarjeta que yo misma he diseñado de agradecimiento por la invitación. Cuando llegamos la abrazo con mi acostumbrada calidez como una garrapata colgada del cuello del más adorable perro, pero ella no soporta ese contacto y me aparta urgentemente, conservando una sonrisita forzada en su rostro, pese a que me nombra como s