PERO Y ¿PORQUÉ?.
Tengo la sensación que me subí involuntariamente en una montaña Rusa, y digo involuntaria, porque jamás me ha gustado ese tipo de "diversión". Mi vida sigue cambiando, dando giros insospechados, arrinconándome contra la pared de mi ego y obligándome a tomar decisiones que en otras condiciones y voluntariamente jamás tomaría. En este trance de tomar decisiones me dio por buscar los motivos de todo lo que me está pasando, ( motivos, no culpables) para concluir que esos motivos datan de casi cincuenta años atrás, cuando la decisión de alguien de la familia afectó la vida de varios miembros de su familia directa e indirecta y de nuevos miembros entrantes a lo largo de los años. Así de importantes son nuestras decisiones, y nuestra incapacidad de decidir que es otra forma de decidir, lo mismo pasa con nuestras negaciones, pensamos que se quedan en el vagón secreto de nuestro inconsciente, mientras estas crecen, toman vida y empiezan a caminar entre nuestras generaciones siguie