EL AMOR DE MI VIDA
Todos hemos tenido esa imagen del amor ideal, que usualmente responde a un estereotipo físico y a unas características de personalidad a las que le atribuimos el don de "hacernos felices" como si fuera posible que alguien aparte de nosotros mismos consiguiera semejante hazaña. Y muchos, y aquí me incluyo, hemos encontrado ese amor "perfecto" en pequeños laberintos de nuestra existencia por donde ese personaje asoma y se esconde como si ese Dios al que responsabilizamos de nuestras dichas y desdichas jugara caprichosamente con nosotros moviendo los hilos de nuestro destino. He conocido casos en los que ese Dios caprichoso que nos hemos inventado se ha cansado de mover los hilos del destino de alguna pareja y tardíamente suelta el control, es cuando de repente esos dos enamorados finalmente se reúnen y consuman su amor, aunque suele suceder cuando ya hay precariedad hormonal en la mujer y escasez de testosterona en el sujeto. Siempre me he preguntado para qué quie...