ESCRITORA
Los intelectuales y los eruditos que gozan de un elitismo cultural exagerado, tienen una larga lista de exigencias para etiquetar a un escritor como tal. Pero yo que no como cuento (de ahí que no subo de peso) supe que era escritora cuando me di cuenta de la compulsiva manía que sentía por exagerar, idealizar, dramatizar y escribir con cierto morbo. Cualidades éstas del escritor por más que muchos lo nieguen. La verdad no es una palabra muy bien entendida en nuestro diccionario personal, necesitamos embellecer o dramatizar los hechos como si fuéramos pequeños dioses inventando mundos más habitables o más temibles. Yo supe que mi vida estaba destinada a escribir desde que aprendí a leer y a escribir, entonces un mundo se abrió a mis pies. La vida no era concebida para mí sino era en términos de frases que se iban convirtiendo en historias, fantaseaba con las múltiples maneras de contar una misma historia. Me recuerdo con mi cuaderno y lápiz escribiendo una misma escena en v...