QUINCE AÑOS SIN ELLA

A veces me sorprendo con conductas tan parecidas a las de mi madre, como cuando me dedico a tejer a crochet una prenda mientras veo/escucho una serie de Netflix, mi madre hacía lo mismo solo que viendo alguna novela de RCN o Caracol. En esencia fuimos muy distintas, ella conservó la mayoría del sistema de creencias con el que la educaron mientras yo empecé a temprana edad a cuestionar todas las creencias que me inculcaron mientras crecía. La primera que cuestioné energicamente fue aquella de que una mujer necesitaba la presencia de un hombre en casa para ser respetada por la sociedad. Cómo podía una mujer ser respetada si ni siquiera el hombre que tenía en casa era capaz de hacerlo? Preguntaba yo en medio de mi rebeldía. Quizá por eso no he conseguido honrar el amor romántico y la monogamia. A mi edad mi madre, al igual que yo, ya había enfrentado varias batallas con la muerte, y había sobrevivido incluso en circunstancias tan adversas que yo perdía toda esperanza, pero ella...