ENTRE MÁS PRIMA HERMANA MÁS LEJANA
Con una de las sobrinas de mi madre la interacción fue bien difícil. Ella había aparecido en mi vida después de diez años en los cuales no habíamos tenido ningún tipo de contacto. La última vez que nos habíamos visto me había golpeado, como era usual en ella desde que éramos niñas y cada vez que nos veíamos, había tenido que ponerle una orden de alejamiento para sentirme más tranquila cuando regresaba a Colombia. A raíz de la enfermedad de mi madre ella se había acercado de nuevo a nosotros, antes de llegar a Cali, ya sabía de su presencia en nuestras vidas de nuevo. Sepultado el pasado la recibí con mis brazos abiertos de nuevo mientras reconocía que la confianza rota es una fisura que jamás se cierra y que esa herida abierta la cargamos a cuestas por el resto de nuestras vidas, y reconociendo también que el respeto es tan frágil que una vez se quiebra es muy difícil de reparar. Pero queda el ser humano que reconoce las debilidades de los demás y que se niega a cerrarle las puertas al...