PROHIBIDO MORIRSE
Si, me sigo vistiendo de colores, he salido de paseo, incluso fui a la discoteca a ver hombres semidesnudos bailando sensualmente para los desorbitados ojos de las mujeres, y aunque hay quienes piensan que esa no es la conducta adecuada de alguien que está de luto, les servirá de consuelo saber que a donde quiera que vaya, mi dolor va conmigo, que mientras mayor sea el ruido más escucho a mi corazón llorar, que mientras más alta sea la carcajada más sangra mi corazón, que mientras más voces escuche menos tengo para decir, que mientras más rodeada de compañía esté más solitaria en mi dolor me siento. Con lo cual deduzco que todo lo que hago por distraerme y olvidarme que la vida física de mi madre ha terminado es sólo maquillaje que no consigue tapar las cicatrices que esta herida profunda ha dejado en todo mi ser.
A solas conmigo misma cuando el telón de mis escenarios cae me las veo duras, me las ingenio para que el miedo sea cada vez menor, para que la sensación de soledad que me deja la idea de saber que el vientre que me acunó ha desaparecido de la faz de la tierra no me aniquile y me deje en paz para dormir. A solas conmigo misma rescato algo del valor que ella, mi madre, me heredó y pienso que mi vida continua aunque a veces lo dudo.
Uno lee poemas acerca de este momento en que finalmente ese cordón umbilical que una vez pensamos que había sido cortado, cede y se rompe para siempre, entonces uno siente que también es la muerte de uno, que la conexión más fuerte que tenemos desde que nacemos se ha roto. Parada frente a la idea racional de la muerte de mi madre, pienso que no se parece a nada que haya leído, que a los escritores y a los poetas nos faltan las letras cuando de describir este momento se trata. Cuando no conseguimos conciliar el aspecto racional e intelectual de la muerte con el aspecto emocional, con la vivencia personal de una pérdida tan significativa.
Cada día salgo a constatar que la vida continua sin ella, y de hecho así es, aunque también verifique que la vida que continua sin ella, no será la misma.
Debería estarle prohibido morir a las madres.
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