METICHE
LECCIÓN 6 Cada año escribo una carta de renuncia a un aspecto de mi vida que no me deje ganancias evolutivas, y que me genera algún tipo de bloqueo. Recuerdo el año que renuncié a ser metiche y a interferir en los procesos de aprendizaje de los demás. Ese año anterior había sufrido mucho por no aceptar que el destino de mis seres queridos les correspondía a ellos, que tanto sus talentos como sus limitaciones les eran propios y que de la misma manera como me alegraban sus triunfos debía de alguna manera alegrarme la oportunidad que les daba la vida presentándoles "problemas" que solo ellos, y nadie más, debían resolver. Ese año de renuncia tuve un proceso muy hermoso. Vi a mi hija enfrentar sus retos, confié en las bases que yo le había dado, y esperé pacientemente a que ella tomara su aprendizaje y jugara sus mejores cartas. El trabajo ha sido enorme porque la lista de seres queridos ha crecido a través de mi hija, llegaron mis nietos, su esposo y los hijos de él a l...