EL PESO DE MI EXISTENCIA
Muchas personas dicen que no tienen miedo de morir, Yo nunca he creído que eso sea posible, ya que los diferentes miedos que padecemos proceden de nuestro temor a la muerte. Si navegamos por el río de nuestros temores, nos daremos cuenta que todos desembocan en el sinuoso océano de la muerte.
Yo siempre le he temido a la muerte, y el día que recibí el diagnóstico de cáncer, automáticamente pensé en ella, la divisé tan exageradamente cerca que, contra todo pronóstico, fui presa de una sensación de alivio. Si, fue como cuando has estado cargando por mucho tiempo con un peso que supera tus fuerzas y que no puedes soltar a menos que recibas de repente la solidaridad de alguien que viene a recibirte esa carga y te libera de ella.
Viví mi diagnóstico fragmentada, consciente que quería seguir con vida pero con una aceptación morbosa de mi propia muerte. Tardé un buen tiempo en conectarme con la cruda realidad que estaba recreando mi inconsciente, entonces comprendí que dadas las dificultades con que llegué al mundo y lo difícil que ha sido para mí la supervivencia, una parte de mí, que no es consciente, se sintió aliviada de ser liberada de ésta existencia, incluso me sorprendí a mi misma diciéndole a mi familia que si de éste cáncer me tengo que ir, estoy lista. Todavía hoy recuerdo esas palabras y me parece mentira que las haya dicho, pero me parece más increíble aún, seguir pensando de esa forma.
Cuando la cirujana, después de analizar mi historia clínica y el resultado de algunos exámenes me dijo que mi vida no estaba en riesgo, para mi sorpresa, experimenté una gran frustración, como si los planes de ser liberada hubieran cambiado y entonces no solo debo seguir con el peso de mi propia existencia sino que además me van a poner más peso, pues la experiencia de tener cáncer, sin poder trabajar durante un tiempo, le añade más peso a mi vida. Como quien dice, no vas a morir, tienes que vivir para enfrentar este gran reto y seguir trabajando un buen tiempo para pagar el costo de la nueva carga, así nos aseguramos que tengas peso por el resto de tu vida, adelante Luz Dary! A fortalecer esos músculos que peso es lo que hay.
Yo sé que muchos no querrán leer ésto, nuestra relación con la muerte (si es que la hay) es un tema del que nadie quiere hablar. Darme cuenta de la manera como he abrazado ésta sombra, ha sido un viaje a ese sótano llamado inconsciente que me revela muchas causas siquicas de mi enfermedad. Concientemente deseo vivir mucho tiempo, deseo disfrutar a mi hija, ver en que se van a convertir mis nietos en su edad adulta, también deseo un montón de cosas mundanas que me dan más placer que felicidad, y parafraseando a Margarita Rosa de Francisco, no me quiero perder el espectáculo de mi vejez.
Pero el inconsciente nos juega a veces tan malas pasadas que, para ser consecuente con mi fervoroso deseo de seguir con vida, decidí hacer una lista con razones por las que quiero vivir, pero lo más importante, razones por las que vale la pena seguir cargando con el peso de mi propia existencia.
PD la lista sigue en proceso.
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