MIS TETAS Y YO
Mis tetas y yo hemos tenido una relación muy buena y bonita, yo respeté el tamaño y la cadencia que ellas tuvieron, las vi descender con el paso de los años y con el uso que les di en pro de mi placer sexual. Amamanté a mi hija biológica y a un hijo de leche sin el temor de que su forma cambiara al terminar la lactancia. Les di buen uso y las cuidé lo mejor que pude. Jamás recibieron ningún tipo de queja, aún en aquel momento en que un tipo los llamó despectivamente "limoncitos" y yo en vez de avergonzarme de mis senos, me avergoncé de estar en compañía de alguien como ese tipo. Nunca consideré siquiera la posibilidad de agrandarlos, enderezarlos o hacerles algun tipo de retoque de esos de demanda social y estética.
Pero todo en la vida se acaba, y ha llegado el momento de despedirme de mi teta derecha, de dejarla partir para preservar mi vida. Incluso si tuviera que despedirme de las dos, lo haré con alegría y agradecimiento por todo lo que me brindaron.
En éstos momentos es cuando valoro esa percepción sobrevalorada que siempre he tenido de mi cuerpo, no existe nada que me haga desistir de la idea de que soy exquisitamente bella, siempre que miro mi cuerpo desnudo en el espejo, y a pesar de lo atípico que sé que es, me parece tan hermoso.
Estoy segura que cuando mi seno derecho no esté en su lugar yo me seguiré viendo perfecta, será imposible ver mi teta vacía, porque mi espíritu está lleno de amor por mi misma y por éste maravilloso empaque que mi alma eligió para ésta experiencia de vida que estoy teniendo.
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