ALMA MÁTER
Yo le di la vida a mi hija una vez, pero ella me la ha dado dos veces. La primera vez fue en el 2017 cuando tuve un accidente de tránsito y estando en el hospital tuve una reacción adversa a una medicina, yo sentía que la vida se me estaba escapando como si fuera agua entre mis manos y sin fuerzas para luchar por retenerla, los médicos dijeron que solo era una depresión, pero mi hija luchó por encontrar lo que verdaderamente estaba pasando y supo que me estaba intoxicando con mi propia orina por lo que alertó al equipo médico y pidió que me pusieran una sonda. En la medida en que la orina salía de mi cuerpo, yo sentía que regresaba a la vida y que me iba fortaleciendo. Ese día aprendí que mientras esté en un hospital tengo que estar alerta con los procedimientos que se me practiquen porque no todo el personal médico está comprometido con su labor. La segunda vez se está llevando a cabo en éste momento. He gozado del privilegio de ser cuidada por mi hija durante éste proceso de cánce