PENSAR EN VOZ ALTA
Hace un año por esta época estaba cargada de incertidumbre esperando los resultados de los exámenes que determinaran la magnitud del cáncer que me acababan de diagnosticar.
Ahora estoy exactamente en la misma situación. Encontraron una masa pequeña en el otro seno, el que me queda. Y tendré que esperar dos semanas para saber si es benigno o maligno. El año pasado esperé esos resultados en un estado de paz y armonía interior que pocas veces había disfrutado. Esta vez la noticia me ha sorprendido extremadamente vulnerable, rompo en llanto en cuanto consultorio entro, me he descubierto con mucha rabia preguntándome insistentemente ¿qué estoy haciendo mal? Soy la paciente más normativa y disciplinada que existe, he adoptado todos los planes de alimentación sana que se me han trazado, trato de mantener mi movilidad en la medida que mi displasia de cadera lo permite y sigo todas las instrucciones de mi médico tratante, entonces no entiendo porqué sigo atrapada en estas pruebas con el cuerpo.
Hace 8 semanas empecé a tener episodios de ansiedad, durante mi estancia en Colombia me reuní con un amigo que acababa de salir de un cáncer de próstata, el más agresivo que existe y por el cual le sacaron todo lo que había que sacar para salvar su vida. No obstante él estaba rebosante de optimismo y haciendo planes para su futuro, estábamos en un restaurante y tuve que irme al baño a llorar porque me di cuenta que ese optimismo yo lo he perdido y yo quería volver a sentir ese ímpetu que percibí en su voz cuando hablaba de su futuro como si fuera una vida completa que le acababan de regalar.
No quería llorar frente a él, a pesar que es de mi entera confianza y lo habría podido hacer. A mi regreso de colombia tuve cita con la sico oncologa y comprendí que he estado escondiéndome de las emociones que hemos etiquetado como negativas, que no les estoy permitiendo salir y que estas 8 semanas he estado fragmentada, una Luz Dary que es invulnerable ha estado arrastrando por los cabellos a esa Luz Dary vulnerable castigándola por serlo.
Y aquí estoy cuidando de mi salud mental y emocional con las herramientas que conozco y que me han ayudado en el pasado, pero me parece que mi cuerpo tiene una agenda propia y está trabajando de acuerdo a ella, en este orden de ideas es momento de negociar para restablecer la unidad y acabar con la fragmentación en la que me encuentro inmersa.
Se me ha invitado a pensar en una decision quirúrgica preventiva en caso de que el nuevo hallazgo sea benigno, porque si es maligno no sería una decisión sino una solución inmediata para volver a salvar mi vida. No he querido hablar de todo esto con nadie, la verdad es que los nuevos modelos de comunicación en nuestra sociedad no permiten tener conversaciones profundas y funcionales, es por eso que lo escribo en mi blog, sin mayor aspaviento, para que este texto se reúna sincronicamente con quién tiene que hacerlo.
Si llegaste a este punto de la lectura significa que formas parte de esas pocas personas que me conoce más que los que conviven conmigo. Gracias por leerme.
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