NADIE ME QUITA LO BAILAO

 


 Hace poco hice un Video hablando de la líbido, no era una convocatoria personal, hablaba en nombre de aquellas mujeres que me han confiado la precariedad de su líbido después de la menopausia o después de pasar por un tratamiento de cáncer de seno


El video fue el resultado de una consulta con mi médica primaria quien me hizo ver la poca importancia que se le da a la inapetencia sexual de la mujer madura comparado con la importancia que se le da a la del hombre maduro y como medicamente hay más alternativas para ellos que para nosotras, lo cual está relacionado con lo mal vista que es la vejez en la mujer versus la del hombre y como el envejecimiento para ellos es la oportunidad de empezar a atraer jovencitas a su lecho, mientras que la de la mujer es vista como una decadencia humillante que tenemos que ir "reconstruyendo" conforme van apareciendo las huellas que el tiempo deja en nuestro cuerpo. 


A pesar de que mi propia líbido ha decaído notablemente hasta el punto que en los últimos años los hombres atractivos habían quedado condenados a categoría de artículos decorativos que solo sirven a propósitos estéticos, más no para satisfacerme sexualmente porque ya los veía como hermanitos, aparentemente y sin proponermelo lancé una convocatoria con aquel video, porque al muy poco tiempo fui sorprendida por un repentino y sorpresivo despertar de mi líbido a manos de un sujeto que conocí y que utilizó toda su artillería para seducirme, la cual no hubiera necesitado porque su sola presencia desató las más oscuras pasiones dentro de mí. 

Ahi estaba yo, presa de una energía sexual que salió de algún lugar donde había estado confiscada y se apoderó de mis tres cuerpos, es decir, el físico, el mental y el emocional. 


Me sentí como jovencita de 15 años estrenando hormonas, sintiéndome como una princesa siendo literalmente "comida a cuento" por un hombre menor que yo.

En algún momento comprendí que me resultaba más placentero esa cantidad de sustancias químicas recorriendo mi cuerpo, que la presencia del sujeto a quien llamaré "el mensajero" porque ese fue su rol en mi vida, un mensajero que me conectó de nuevo con mi energía sexual. Y así como no me tengo que emparejar con el mensajero de Uber eats, pues tampoco tengo que hacerlo con este mensajero en particular. Eso por si se están preguntando si desistí de mi preciada soltería. 


Pero como nada es perfecto, éste episodio alertó a mis doctores y como resultado terminé siendo evaluada por la posibilidad de que mi cuerpo no esté respondiendo al tratamiento de bloqueo hormonal que debo seguir durante 4 años más. Mientras tanto, nadie me quita lo bailao. 



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