DE FACEBOOK A NOTEBOOK
Han sido 10 años usando la red social de Facebook,
años en los que alimenté ésta plataforma con mis ideas expresadas en mis
artículos que la verdad leían pocos. He cambiado de estrategias de publicación
como si alimentar ésta plataforma fuera de alguna manera productivo para mí,
reporté mi vida y la documenté con fotos, hasta le hice el funeral a mi padre
al mejor estilo Facebook, aprendí a hacer memes y publicaba los que me
resultaban interesantes. Cada mañana abrir mi perfil era prioritario, me
generaba el mismo entusiasmo que me producía un nuevo hombre al que estaba
conociendo, puedo decir literalmente que estuve enamorada de Facebook, quiero
decir, de las sensaciones emocionales que me generaba ésta plataforma, porque
al fin y al cabo eso es el enamoramiento, nunca estamos tan enamorados del otro
como lo estamos de lo que nos genera el otro, en ese sentido el enamoramiento
es una especie de narcisismo en donde utilizamos al otro para vernos tan
perfectos como quisiéramos ser, el otro en su danza de la conquista, sólo nos
reafirma temporalmente lo maravillosos que somos y gracias a que lo creemos es
que nos enamoramos, sin descartar la importancia que tiene el rol de la química
sexual, esa trampa hormonal que tiene su propia agenda oculta, la fecundación y
por ende la propagación de la especie. Todo un teatro montado para que poblemos
éste mundo, eso es para mí el enamoramiento. Pues bien, sucede muy parecido con
Facebook, montamos todo un teatro acerca de nosotros mismos para enamorarnos
más de la imagen que hemos construido de nosotros mismos, y ser temporalmente
felices (yo lo llamaría alegres en vez de felices, la felicidad es un poco más
compleja) a lo mejor porque siendo temporalmente “felices” con esa imagen, es la
única manera de sobrevivir en un mundo que cada día nos parece más sin sentido.
Aprovechamos también ésta plataforma para quejarnos de todo lo que no podemos
quejarnos a solas, porque la queja no es productiva sino salpicamos a la mayor
cantidad de gente posible con ella. Además la queja trae consigo la ganancia
secundaria de una superioridad bien sea moral, ética, intelectual o espiritual
dependiendo del tema del que nos estemos quejando.
Pero 10 años es demasiado tiempo, es más o menos el mismo tiempo que he durado en una relación, con lo cual reafirmo que no estoy diseñada para la monogamia, ni para las relaciones largas, por eso he estado cuestionando el uso que le he dado a ésta plataforma, pero más que el uso, la productividad que tiene en mi vida, y me he visto parada frente a un enorme vacío, cada día me satisface menos lo que encuentro en ésta página, y sobre todo cada día me gusta menos la imagen de mi misma proyectada en ella, la visibilidad que inicialmente solo quería para mis escritos, la he dirigido a otros aspectos de mi vida que son menos importantes, sólo porque es lo que a la gente le gusta, con lo cual estoy remando en la dirección opuesta a mi filosofía de vida que es desprenderme de la necesidad de agradar a los demás. La imagen de la actriz, que entre otras cosas no considero ser, es una imagen fabricada por imágenes y apariciones menores que he hecho en obras que se han presentado pocas veces en el escenario, a partir de esa imagen se han construido otras que no son más que eso, una imagen, pero que no se acercan a la realidad de quien soy, la mayoría de la gente que me conoce por Facebook, no saben quien realmente soy, están relacionadas con una figura que han construido con retazos de publicaciones que han sido manipuladas a mi favor, a veces por mí, a veces por lo que los demás quieren y desean ver de mí.
He decidido usar mi tiempo y mi energía vital en otro tipo de actividades, pero no le estoy quitando el valor a una plataforma que me rodeó de
muchas personas que hoy en día son valiosas para mi vida y que me aportan
mucho, por eso no descarto ésta red social, porque creo que bien manejada
podría ser más funcional, o en todo caso si no lo fuera, no tendré que lamentar
haber invertido en ella sino mi propia pasión por la escritura y nada más. Ya
no la manejaré como hasta ahora (de hecho ya le he realizado cambios a mis
publicaciones) y he pensado en que es lo que quisiera de Facebook, y la
respuesta sigue siendo la misma, quiero compartir con la gente mi relación con
las letras que es la relación más apasionada, profunda y estable que he tenido
en mi vida, con relatos autobiográficos como hasta ahora, que le serán de
utilidad a unos y a otros solo les divertirán, pero estoy consciente que la
lectura es un bien en vía de extinción, por eso aunque he considerado hacer un
video blog, me quedo con que escribir es lo mío
y a ello me quiero dedicar hasta el último día de mi existencia, así que
estoy consciente que en adelante no sabré de muchos de mis seguidores en Facebook,
que el número de likes disminuirá notablemente, la buena noticia es que
entonces estaré realmente construyendo un perfil más auténtico y quienes me
sigan allí serán los que tienen que estar, ni uno más, ni uno menos.
NOTA: Aunque sé que detestan abrir enlaces, la única
manera viable para mí de seguir compartiendo contenido de mi autoría con
ustedes es a través de mi blog “Cera a la izquierda cero a la derecha” porque
en un blog puedo acceder a mi contenido con el paso de los años cuando yo
desee, mientras que en Facebook sólo lo puedo acceder cuando ellos así lo
decidan a través de mis memorias.
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