LA TÍA ANGELA

 La semana pasada fue el cumpleaños de mi tía Angela, aunque en realidad es mi tía política ( esposa de un hermano de mi padre)  ella  ha fungido toda la vida como una tía biológica. Ella impactó positivamente mi infancia trayendo rayos de luz a mis días sombríos. 

En el alma de la niña que vive en mí, reside aún la alegría infinita que me propició el día que celebró mi cumpleaños (no recuerdo cuántos cumplía, debió ser los 12 o 13 años ) con una torta fría repleta de fresas y un vestido rojo estampado de un diseño que era el último grito de la moda de la época. 

Las fresas eran un artículo de lujo en mi canasta familiar en particular, por lo que me deleité hasta la saciedad.  Ese fue el cumpleaños más feliz de mi infancia del que tengo memoria.
Un poco después me sorprendió con un regalo exageradamente generoso, mi primera grabadora, marca Crown, todavía la recuerdo como si la tuviera en frente. Allí grabé de la radio mis canciones favoritas en un casette que cuidaba más que a mi virginidad. También conocí el timbre de mi propia voz, recuerdo que me pareció aterradora por lo que me cuidaba de no ser grabada por otros que no fuera yo misma.
Apenas un año después de mi nacimiento, la tía Angela me dio el mejor regalo que me han dado en mi vida, una prima, su hija Zoe, que se convirtió en esa hermana que nunca tuve y cuyo destino quedó enlazado con el mío para siempre.
A pesar de que mi tía vivía en Estados Unidos, tuvo más presencia e impacto en mi vida que quienes vivían cerca de mí. Ella se las ingeniaba para dejar su huella durante cada visita, y no era por los regalos, porque regalos me daba mucha gente, era porque cada regalo de ella tenía la peculiaridad de hacerme sentir amada por ella, quizá porque iba acompañado de recomendaciones y ella para mí era ese modelo a seguir que yo quería imitar.  Yo la recuerdo como una mujer moderna con ideas novedosas que nos daba consejos que yo escuchaba como si fueran palabra de Dios, pues siempre ha sido muy letrada además de que hablaba un perfecto inglés,  después supe que también se aventuraba con el portugués. Vestía unos shorts que eran poco usuales en las mujeres colombianas de la época. Tenía unas piernas hermosas y bien torneadas que los hacían lucir muy bien, para mí ella era como alguna modelo de cosmopolitan ( mi revista favorita) puesta en mi escenario.
Ahora vivimos cerca y pasan meses en que no nos hablamos, pero si me preguntan por una figura que haya marcado mi infancia y me haya rescatado de mí misma en tiempos difíciles siempre diré que esa fue ella y por eso ella se aseguró un parqueadero muy grande en mi corazón.  



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