VENUS EN CASA DOCE.
Me parece que fue ayer que vi aquellos hermosos ojos negros enmarcados por su ceño fruncido y gruñón por donde caía aquel manojo de mechitas negras. Como pronóstico de su carácter fuerte mi hija Jessica nació con sus líneas de expresión verticales visiblemente marcadas en la frente, como si estuviera haciendo mala cara, que contrastaban extrañamente con la belleza y la profundidad de sus enormes ojos negros, aquella noche de su nacimiento me dio un anticipo de lo que sería su personalidad, lloró toda la noche sin que las enfermeras y menos aún yo, dada mi inexperiencia, supiéramos el motivo. Tengo intacto el recuerdo de la primera vez que la vi, me parecía mentira, incluso llegué a pensar que en cualquier momento aquella masa viva, enorme y hermosa se quedaría inmóvil y me sacaría del sueño en el que me hallaba sumergida: la experiencia de ser madre. Pedí que me dejaran a solas con ella, no quería que nada entorpeciera ese momento de intimidad que sentía que ...