DRAMA QUEEN.


Mi suerte sentimental está echada, cumpliré cincuenta el mes próximo, he estado tres veces en pareja (dos de ellas en matrimonio) y los expertos dirán que soy una mujer inestable que no sé lo que quiero, pese a que han sido ellos y no yo, quienes han abandonado la relación, en buenos términos y sin muchas razones de peso aparentes. Otros dirán que soy una mujer inmadura, porque no he conseguido capturar en mis redes y asegurar con cerrojo de por vida a un macho, que me garantice fidelidad, manutención, atención sexual y esa ficticia “seguridad” en la que aparentemente todo el mundo cree menos yo.

Las personas que hemos pasado por varias relaciones somos vistas de reojo y con recelo por aquellas privilegiadas que llevan veinte, treinta y más años con el mismo postor, y en las conversaciones no escatiman esfuerzos para soltar comentarios que produzcan suficiente dosis de culpabilidad en nosotros, en aras seguramente de garantizarse un mayor y más exitoso bienestar sentimental,  o en aras de producirnos envidia y su consabida sensación de minusvalía, porque finalmente que es el éxito sin el fracasado.

El panorama no luce muy alentador para mí, por lo que me di a la tarea de entrevistar a mis ex, es decir los que han estado en mi corazón, en mi cama, en mis pensamientos, en un documento o simplemente en categoría revolcón, para concluir que no he sido un buen prospecto a pareja básicamente porque tengo una mentalidad muy abierta y muy liberal y eso en apariencia no es de la simpatía de los caballeros, lo correcto es que los de mente abierta sean ellos, las mujeres no podemos perder nuestra posición social de sumisión y aceptar pasivamente que ellos pueden usar su cuerpo con quien quieran mientras nosotros sufrimos dosis en mayor o menor grado de incertidumbre y dolor por ello.



Los más sinceros coincidieron en un punto que es en el que más tengo que trabajar, si es que quiero conseguir una nueva pareja para envejecer, ese punto es el ingrediente drama, según ellos me hace falta la suficiente dosis de drama en la relación para darle picante a la misma, porque esa indiferencia ante el libertinaje masculino les hace sentir que están con un macho y no con una hembra, porque esa comprensión con la infidelidad les hace sentir que están con su mejor amiga y ese dominio sobre mis emociones y esa racionalidad para resolver conflictos de manera civilizada les hace sentir que están con su madrecita y no con la dama que es capaz de matar a otras con tal de encender esa pasión  que es la que los enloquece.

Lo más curioso es que nunca supe que estuve emparentada con personas en quienes yacía un instinto masoquista tan enorme, de haberlo sabido habría podido representar ese papel de vez en cuando en aras de conservar el matrimonio, pero seguramente que habría sido tan mala actriz que eso habría sido un motivo extra para ser descartada como pareja.

Con esto en mente me retiro a mi crucero de cumpleaños con mucho para tejer en mi recinto de “serenity” que es mi lugar favorito en los cruceros, tengo una importante decisión que tomar: seguir siendo yo misma con el riesgo de quedarme sola, o convertirme en  toda una “Drama Queen” que enloquezca a los hombres cada vez que esté dispuesta e encender riñas entre ellos por mí y en contra de otra mujer por ellos. 


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
LUluuuuu !!!!!!!!!!!!
Que articulo tan genial, muy "controvertido"....esto me encanta. En mi opinion, el tema, mas que desde el punto de vista del genero tiene que ver con las "neurosis" del ser, el temperamento, la personalidad, el concepto de felicidad, estabilidad, libertad, integridad individual, solidaridad de la pareja, concepto de lealtad muy diferente a fidelidad .....da para TANTO. Me lo disfrute muchisimo, me lo saboree por completo.....mientras percibia el aroma de mi cafe "preparandose" en la hermosa cafetera que herede de mi madre.
Te FAJASTE .......mi amada Lulu

Clemencia Huertas

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