A PURO CUENTO.
A mi nieta le gusta que le leamos cuentos antes de ir a dormir, cuando soy yo quien la lleva a la cama, no se los leo, se los narro, con sonidos, con música y usualmente se los actúo. Los invento con una facilidad que a mi misma me asombra, empiezo con una idea que haya tenido que ver con algo que vivimos durante el día y el cuento se escribe a través de mi imaginación de manera magistral, mientras ella yace en su cama completamente atenta a cada una de mis palabras y mis movimientos. Tengo que confesar que ningún adulto es tan buen escucha de mis narraciones como mi pequeña Samantha, lo cual hace que mi corazón se infle cada día de más amor por ella. La narración oral ha formado parte fundamental de mi educación y de mi vida, siendo una niña mi madre solía contarme historias de su vida de juventud ( mi madre me tuvo en su edad madura) que yo le pedía que me contara, como no conocí a mis abuelos maternos y a mis tíos maternos, solía pedir que se me contara acerca de ellos y de la...