DIVA POR UNA NOCHE.
Durante mi adolescencia mis amigas soñaban con ser famosas, se
veían como cantantes, actrices, modelos, o si era el caso como esposas de
famosos, lo que fuera, pero eso si Divas. Yo fui la única que no me permití ese
lujo, pues sabía que ser Diva era algo que no estaba en mis posibilidades,
porque el público jamás le apostaría a una mujer con defecto de fábrica. Me sentía
feliz solamente con la idea de ser aceptada socialmente por mis amigas; y ser
invitada a una fiesta era un honor que me hacían y que yo disfrutaba como si
fuera el más costoso manjar.
Muchos años después conocí a mi amigo Carlos, quien
disfrutaba tomándome fotografías y yo disfrutaba posando para él, fotos para
las cuales usaba vestuarios diferentes y él se atrevió a llamarme Diva. Esa fue
la manera que tuve de sublimar esa fantasía de adolescente que aborté por temor
al rechazo de la sociedad, pero que a lo mejor yacía en el fondo de mi misma,
ya que desde siempre me viene ese deseo por estar disfrazada, y si es con trajes
de luces mejor.
Todo me imaginé menos que un día fuera invitada a encarnar
una diva en un escenario y para un público significativo, pero la osadía de
Yenilen Mola la productora de la Noche de la Poesía Erótica supera la mía. Así
fue como me vi envuelta en la co animación de la noche de divas que tuvo lugar
en el mes de enero, abriendo de esta manera mi nuevo año con broche de oro. Tengo que decir que viví todo lo que es ser una diva en carne
propia, desde la publicidad, la fotografía mía en un afiche promocional, la
selección del vestuario, hasta memorizar un libreto que entre otras cosas era
en inglés.
El día del evento giró alrededor del personaje, lo cual
constituyó un ritual para apoderarme de la diva encarnada en este caso Barbra
Streisand, el maquillaje a cargo de Walter Tucci uno de los mejores
maquilladores que he conocido, y quien hizo un excelente trabajo de caracterización
duró casi dos horas, después de eso conduje hasta el teatro donde me esperaba
Ingrid Méndez con su peluquería rodante que está instalada en un camión casa perfectamente
decorado. Mientras Ingrid me peinaba me deleitó con la historia de cómo ella y
su esposo solucionaron un problema de ingresos con esta maravillosa idea de
andar por la ciudad prestando este servicio casi que a domicilio.
Ingrid Mendez en su Hair taxi. |
Tuve el honor de compartir escenario con Julie de Grandy a
quien yo jocosamente le digo que ella es más bien Julie la grande, ya que es
una excelente actriz de gran trayectoria en teatro y como si fuera poco es
escritora, cantante y bailarina. Así que ahí estaba yo, pichón de diva, parada
frente a la posibilidad jamás acariciada y compartiendo escenario con dos
luminarias del jet set de Miami: Yenilen Mola y Julie de Grandy, a quien además
le agradezco la paciencia que me tuvo durante los ensayos con una actriz nada
experimentada como yo; y con un inglés cargado de acento, mientras ella
derrochaba no sólo un perfecto francés, sino un más aún perfecto inglés, lo
cual me recuerda una vez más la generosidad de este país donde todos cabemos y
donde todos tenemos la oportunidad de desarrollarnos tanto personal como
profesionalmente.
Concluí que ser una diva es muy complicado, que requiere
mucha inversión de tiempo y energía para una sola meta: ser bella y ser famosa,
y aunque sé que ese cóctel es el favorito por todas las damas, tengo que
reconocer que salir con la cara lavada en pantalones de lycra y un camisón
ancho a la calle tiene una magia indescriptible porque es lo más parecido a la
libertad, similar a la que experimento cuando me como una caja completa de dibs
de chocolate después de hacer el amor sin el más mínimo asomo de culpabilidad o
de temor porque la línea de mi cintura pueda desaparecer, quizá por eso siempre
he tenido ojos generosos para las mujeres y mientras más lejos de los esquemas
de belleza estén más divas las veo y más admiración me producen.
Al cierre de este artículo Yenilen Mola y la Noche de la Poesía Erótica fueron galardonados como el mejor show nocturno por los Miami
Life Awards. Para quienes no saben lo que es la Noche de la Poesía Erótica, es
el único evento de poesía que ha tenido visibilidad en la historia de la poesía
en la ciudad de Miami, y me atrevería a decir que en la historia de la poesía
en líneas generales. Siempre hemos visto que quienes se han hecho a espacios con
mucho poder de convocatoria han sido el teatro, el cine y la televisión, pero
crear un espacio de 4 horas una vez al mes cargado de erotismo y de lúdica y
que capture un público considerable girando en torno a la poesía, eso si que es
una proeza, una gran hazaña, y aunque
siempre he dicho que la poesía es la hija bastarda de las artes, ahora puedo
decir que en Miami ha dejado de serlo, ya que Yenilen Mola ha hecho legitima la
hija de las artes que menos visibilidad ha tenido.
Julie de Grandy (vestido negro) Yenilen Mola en el centro, y yo. |
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