LESBIANISMO

 El escritor colombiano Julio César Londoño publicó hace unos días en su cuenta de Facebook éste párrafo:

"Solo preocupa la homosexualidad masculina. Nadie dice nada sobre el lesbianismo. La mujer es tan despreciada que solo nos asomamos a su cuarto si hay un hombre adentro". Bertrand Russell, en un ensayo de 1953)

Yo no creo que las mujeres seamos despreciadas. Más bien es que el lesbianismo está normalizado en la vida sexual del hombre. La más grande fantasía de la mayoría de ellos, es una mujer heteroflexible que le permita, sin dramas, tener dos hembras en el lecho. Otra cosa sucede con los hombres, el machismo, que sigue vigente en nuestros tiempos, no consigue percibir erotismo y mucho menos estética en el encuentro entre dos hombres, por ello la homosexualidad masculina ha sido y  sigue siendo tan condenable.

La pornografia está diseñada para el placer del macho, lo cual es razonable ya que ellos son más visuales que nosotras, por lo tanto está invadida con  imágenes de  lesbianismo donde por supuesto no puede faltar la presencia del hombre. Me pregunto si el gremio masculino teme al placer que se pueden entregar dos mujeres solas y quedar excluido. Solo eso puede explicar la fantasía que los hombres tienen con tener dos mujeres en la cama. Seamos sinceros, ellos difícilmente pueden satisfacer a una, dos es una tarea muy dispendiosa para ellos, si tenemos en cuenta, la poca paciencia de la que gozan y la urgencia que suelen tener por moverse hacia el futuro cercano, y nada más alejado de la sensualidad que la prisa y la impaciencia.

En la pornografia para mujeres dos hombres satisfaciendo una mujer es una imagen escasa, nos venden imagenes lesbicas con hombre incluido. Y eso es porque nos han enseñado a anteponer el placer del macho sobre el nuestro. La industria de la estética está centrada en la satisfacción de los hombres. Las mujeres temen engordar, perder juventud, lozanía y grasa en los glúteos y los senos so pena de perder el interés del prospecto a pareja.
La tiranía de la forma está al servicio de la satisfacción visual y sexual del macho, lo de mejorar nuestra auto estima es una mentira que nos contamos a nosotras mismas.

El lesbianismo no es que no tenga visibilidad, es que es maquillado a la conveniencia del macho, pero debería preocupar más que la homosexualidad masculina, porque por cada mujer que despierta a la realidad de su legítima búsqueda del placer, un número significativo de hombres tendrán que buscar el placer a manos propias.