INTIMIDAD EMOCIONAL

 Una amiga me preguntó si yo tenía una persona cercana con quién yo pudiera NOMBRAR mi dolor emocional, cuando lo he tenido. Eso me puso a evaluar los vínculos que tengo y lo heterogeneos que son, en el proceso me encontré con lo dificil que me resulta confiar en alguien a ese nivel tan profundo. 

Pensé que para eso está mi terapeuta, para sentarme a NOMBRAR mi dolor y para llorar mis penas, quizás el único escenario donde me siento a salvo para hacerlo, pero no me malentiendan yo tengo vínculos muy hermosos y nutritivos que me cuidan y me contienen de diferentes formas y es posible que si me permitiera abrirme a confiar en algunos de esos vínculos encontraría fuentes de contención emocional profunda.

El problema es mi falta de confianza, que no me permite abrirles mi corazón, me asustan sus respuestas cuando a veces lo he intentado, sobre todo esas respuestas facilistas como "tienes que pensar positivo" "hay que vibrar alto" "no sobrepienses tanto" "estas demasiado sensible" etcétera. Y ese facilismo solo me indica que soy oida mas no escuchada y es inevitable pensar que estoy perdiendo mi tiempo porque si no hay una escucha empática no voy a llegar a ningún lado con esa interacción. 

Eso es lo que encontré justo en la amiga que hizo la pregunta, una persona que tiene un alto nivel de escucha empática y una capacidad de hacer preguntas importantes sobre el tema que estoy nombrando, además preguntas abiertas que no necesariamente tengo que responderle a ella, sino a mi misna cuando a bien las respuestas surjan. Solo que mi amiga no vive en el mismo país donde vivo y se queda por fuera el abrazo tan necesario cuando uno es escuchado, ese abrazo que complementa eso que yo llamo intimidad emocional. 

Vivimos tiempos en los que encontrar quien te escuche por fuera de las redes sociales es un arte que tiene muy pocos artistas, por eso quiero dejar una convocatoria al aire.

Si estás leyendo esto, vives cerca de mí y quieres una relación de escucha empática mutua comunícate conmigo. Sería lindo contar con alguien así de manera presencial.