PICA Y SE EXTIENDE.
Me dicen los entendidos que si hubiera querido habría salido de Colombia con los bolsillos llenos de dinero, y es que parece que la modalidad de hacer dinero a través de las demandas se está expandiendo a otros países, aunque a decir verdad encontré a Colombia tan americanizada que no me sorprende.
La primera demanda que debí instaurar se la podría haber sufrido el médico que operó a mi madre, quien en la cirugía le perforó un intestino que en realidad fue de lo que murió y no de la enfermedad por la que fue sometida a cirugía.
La segunda demanda se la debí instaurar a Confenalco por la manera tan deplorable como atendió a mi madre en su pésimo servicio de urgencias.
La tercera demanda debí instaurarla a los dos bancos que se quedaron con los ahorros de mi madre (una suma considerable) apelando a cláusulas chiquititas que aparecen en el contrato cuando uno abre una cuenta y que uno jamás lee y que si lo hace no tiene en cuenta porque uno piensa que todo el mundo se va a morir menos uno.
La cuarta demanda a la asociación de jubilados que succionan cuotas por representar al pensionado durante años y años, pero que en realidad sólo son cuotas para subvencionar la buena vida que se dan los de la junta directiva en una cómoda casa en el centro de Cali, y quienes lo reciben a uno con dos piedras en la mano a la hora de reclamar los auxilios funerarios, queriendo dar por terminado el asunto y que argumentan muy bien para no reconocer los auxilios.
Así que si hago las cuentas de todo el dinero que habría podido sacar por cuenta de demandas usando la muerte de mi madre, mi duelo, mi luto, mi rabia etc, seguramente que tendría con que sentarme a llorar por la muerte de ella tranquila al menos un año.
Lo más curioso es que el trámite más sencillo de hacer que se me ofreció, fue el de hacerme extensivas las dos pensiones de mi madre, eso si después de haber falsificado algunos "inocentes" documentos, y hacer algunas falsas declaraciones extrajuicio, y haberle pagado a algunos amigos por servir de testigos de algo que nunca presenciaron, algo que es lo más "natural" y que es común hacerlo dada la importancia de asegurarse una entrada mensual de dinero por el resto de la vida de uno. Después de todo el dinero es lo más importante en la vida ¿o no?. Me quedé pensando en todo el dinero que se pagará por concepto de falsas e innecesarias pensiones extendidas, y pensé que me dolería el bolsillo si hiciera algo así.
Se dibujó para mi claramente el panorama del porque el que tiene, tiene cada vez más, no es un asunto de inteligencia, de productividad ni de capacidad laboral, es un asunto de sagacidad, mientras más diestros seamos para apropiarnos del dinero de los demás, más tendremos, supongo que en gran parte así es como se mueve la economía, no sólo en Colombia sino en todas partes. Por suerte este sistema de acumulación de bienes se está debilitando, lentamente pero lo está haciendo; y como no quiero formar parte de ese mercado rapaz donde la fiera con las uñas más largas obtiene la mejor porción, me dediqué a cortarme mis uñas y a convocar mejores maneras de ganarme la vida. El dinero es algo que va y viene y en los tiempos que estamos viviendo, acumularlo se hace cada vez más difícil.
Aquel día en que estaba siendo incentivada para demandar y pactar con la corrupción, acepté la invitación de mi amiga Natalia a almorzar a “Creps and Waffles” cuando quise compartir los gastos, ella me pidió que le permitiera pagar argumentando que "el dinero hay que ponerlo a circular", que bella manera de compartir nuestros recursos. Aunque sé que sólo una minoría piensan, viven y administran sus recuersos como ella, fue muy motivador y esperanzador escuchar esa manera de ver el dinero, y clarificó para mí lo que debía hacer. Aspiro a que esta teoría resuene en todo aquel que la escuche y de esta manera esté haciendo de efecto multiplicador de esta bella administradora de recursos cósmicos.
La primera demanda que debí instaurar se la podría haber sufrido el médico que operó a mi madre, quien en la cirugía le perforó un intestino que en realidad fue de lo que murió y no de la enfermedad por la que fue sometida a cirugía.
La segunda demanda se la debí instaurar a Confenalco por la manera tan deplorable como atendió a mi madre en su pésimo servicio de urgencias.
La tercera demanda debí instaurarla a los dos bancos que se quedaron con los ahorros de mi madre (una suma considerable) apelando a cláusulas chiquititas que aparecen en el contrato cuando uno abre una cuenta y que uno jamás lee y que si lo hace no tiene en cuenta porque uno piensa que todo el mundo se va a morir menos uno.
La cuarta demanda a la asociación de jubilados que succionan cuotas por representar al pensionado durante años y años, pero que en realidad sólo son cuotas para subvencionar la buena vida que se dan los de la junta directiva en una cómoda casa en el centro de Cali, y quienes lo reciben a uno con dos piedras en la mano a la hora de reclamar los auxilios funerarios, queriendo dar por terminado el asunto y que argumentan muy bien para no reconocer los auxilios.
Así que si hago las cuentas de todo el dinero que habría podido sacar por cuenta de demandas usando la muerte de mi madre, mi duelo, mi luto, mi rabia etc, seguramente que tendría con que sentarme a llorar por la muerte de ella tranquila al menos un año.
Lo más curioso es que el trámite más sencillo de hacer que se me ofreció, fue el de hacerme extensivas las dos pensiones de mi madre, eso si después de haber falsificado algunos "inocentes" documentos, y hacer algunas falsas declaraciones extrajuicio, y haberle pagado a algunos amigos por servir de testigos de algo que nunca presenciaron, algo que es lo más "natural" y que es común hacerlo dada la importancia de asegurarse una entrada mensual de dinero por el resto de la vida de uno. Después de todo el dinero es lo más importante en la vida ¿o no?. Me quedé pensando en todo el dinero que se pagará por concepto de falsas e innecesarias pensiones extendidas, y pensé que me dolería el bolsillo si hiciera algo así.
Se dibujó para mi claramente el panorama del porque el que tiene, tiene cada vez más, no es un asunto de inteligencia, de productividad ni de capacidad laboral, es un asunto de sagacidad, mientras más diestros seamos para apropiarnos del dinero de los demás, más tendremos, supongo que en gran parte así es como se mueve la economía, no sólo en Colombia sino en todas partes. Por suerte este sistema de acumulación de bienes se está debilitando, lentamente pero lo está haciendo; y como no quiero formar parte de ese mercado rapaz donde la fiera con las uñas más largas obtiene la mejor porción, me dediqué a cortarme mis uñas y a convocar mejores maneras de ganarme la vida. El dinero es algo que va y viene y en los tiempos que estamos viviendo, acumularlo se hace cada vez más difícil.
Aquel día en que estaba siendo incentivada para demandar y pactar con la corrupción, acepté la invitación de mi amiga Natalia a almorzar a “Creps and Waffles” cuando quise compartir los gastos, ella me pidió que le permitiera pagar argumentando que "el dinero hay que ponerlo a circular", que bella manera de compartir nuestros recursos. Aunque sé que sólo una minoría piensan, viven y administran sus recuersos como ella, fue muy motivador y esperanzador escuchar esa manera de ver el dinero, y clarificó para mí lo que debía hacer. Aspiro a que esta teoría resuene en todo aquel que la escuche y de esta manera esté haciendo de efecto multiplicador de esta bella administradora de recursos cósmicos.
Comentarios
Gracias por compartirnos sobre tus aventuras en Colombia, un país que se sorprende ante la corrupción de sus gobernantes desconociendo que de alguna manera son simplemente el reflejo de sus ciudadanos.
No sabía que iba a terminar en uno de tus escritos. Gracias!!! y gracias por el espacio que pudimos compartir en "Crepes". Creo que conversar contigo es siempre una oportunidad maravillosa para alimentar el alma y eso fue lo que pudiste aportar en unas horas y lo que sigues aportando con tus variados escritos.