NO ES LO MISMO MUJER CONTRA MUJER QUE MUJER SOBRE MUJER.
Cuando entré en aquel salón de fiestas me percaté de inmediato que había capturado la atención de ella, no dejaba de mirarme fijamente como si hubiera sido presa de una suerte de hechizo ante mi presencia. Cuando me senté miré de nuevo a donde ella estaba y seguía con su mirada puesta sobre mí, decidí ser su espejo y devolverle la mirada durante unos 40 segundos que me parecieron cinco minutos, hasta que ella se levantó de su silla y vino hacia mí y visiblemente molesta me preguntó si acaso yo era una lesbiana sucia y enferma que no dejaba de mirarla, me pareció una escena muy similar a aquella en donde los gatos se encuentran con un espejo y lo agreden porque piensan que el gato al otro lado del espejo es otro gato que les quiere hacer daño, ignoran que esa imagen es la de ellos mismos. Le respondí que en efecto era una lesbiana limpia y saludable porque la única sucia era la mente enferma de aquellos que piensan que ser lesbiana es una perversión, pero ella insistía en que era yo, y ...