SUCIEDAD DE CONSUMO.
Las dos últimas semanas he estado enfrentada a la sociedad de consumo en su más pura expresión, visitando personas que son adictas a comprar, no importa qué, la premisa es comprar, desocupando la que fuera mi casa por 10 años y dándome cuenta que el 75% de las cosas que habían en ella, eran objetos absolutamente inútiles, que se están convirtiendo en este momento en objetos que nadie quiere porque todo el mundo tiene ya demasiadas cosas para desear algo de segunda mano, o porque recibir objetos regalados les arrebata el placer que les produce toda esa adrenalina recorriendo por su cuerpo cuando van de compras. Lo cual ha convertido a ese 75% de objetos en mendigos pidiendo ser rescatados por alguien antes de ir al lugar donde menos quiero que vayan a parar: la basura.
Quienes me conocen saben que mi vida es bien simple y que mi casa es extremadamente sencilla, lo cual me hace pensar en aquellas casas que superan en lujos a la mía, y en cuanta basura producirán cada vez que se mudan o que desean remodelar.
De sólo imaginar el impacto ecológico que tiene para nuestro planeta convertir en basura tantas cosas, me produce un vacío en el estómago, similar al que sentimos cuando perdemos algo muy preciado o un ser querido. Así que aquí estoy en este mismo momento en que escribo este artículo, sentada en medio de cosas que una vez fueron la fuerza laboral de mi esposo y yo, que luego se convirtieron en dinero para comprar objetos deseados para decorar nuestra casa, y que en este momento se han convertido en basura. ¿No es irónico que trabajemos tanto y tan duro para comprar basura?.
Anoche me tomé la molestia de recordar los precios de muchos de esos objetos y sumar, la cifra me escandalizó, y pensé en que hubiera sido más productivo viajar con ese dinero antes que comprar cosas para garantizarme un estatus en la sociedad y ser medianamente aprobada por la gente que visita mi casa, que es en últimas la motivación para comprar, sea que nos hagamos concientes de ello, o sea que estemos en negación al respecto, pero sobre todo le habría ahorrado al planeta tener que procesar todo esto.
Si estuviera en Colombia, ya habría regalado todo lo que tengo, sobre todo los libros, que han sido los más difíciles de regalar ¿será que la gente ya no está leyendo, o yo estoy leyendo libros muy aburridos que no son del gusto del común de la gente? Aunque todos sabemos la respuesta: en Estados Unidos no hay tiempo para leer. El tiempo se ha convertido en la posesion más costosa por el que los países desarrollados no pueden pagar.
Pero de todo esto está saliendo algo muy bueno, estoy viendo como el universo me está apoyando en mi proceso de cambiar mi estilo de vida, algo que ya había iniciado. Dejar de comprar es una alternativa que ya había adoptado, pero obviamente estoy cargando con el peso de lo que compré antes de decidirlo. Así que elaboré mi propio proceso de selección de compras, que tengo organizado así:
Comprar sólo aquello que sea necesario para cubrir mis necesidades de supervivencia
Comprar para mi satisfacción personal, no para obtener aprobación social.
Comprar de segunda mano con eso ayudo a otros a rotar los objetos y disminuir las basuras.
Antes de comprar algo determinar el periodo de vida de ese objeto en mi vida
Determinar si puedo moverme con ese objeto cuando me mude
Comprar cosas compactas que pueda ubicar en espacios pequeños
Hacer una alcancía donde irán las cifras de dinero que ahorro cuando me abstengo de comprar algo que es inútil pero que mi ego me impulsa a comprar, con ello haré un fondo de viajes.
Auto imponerme espacios reducidos para ubicar las cosas en la casa, con ello evito llenarme de objetos.
Recordar que comprar cosas que están destinadas a convertirse en basura rápidamente no es una elección inteligente.
He querido compartir esta lista con ustedes por si alguien está interesado en el tema, o le ocupa el bienestar del planeta y reducir el equipaje material que de igual forma tendremos que soltar cuando nuestro último aliento nos obligue a hacerlo. Si alguien tiene más sugerencias son bienvenidas.
Quienes me conocen saben que mi vida es bien simple y que mi casa es extremadamente sencilla, lo cual me hace pensar en aquellas casas que superan en lujos a la mía, y en cuanta basura producirán cada vez que se mudan o que desean remodelar.
De sólo imaginar el impacto ecológico que tiene para nuestro planeta convertir en basura tantas cosas, me produce un vacío en el estómago, similar al que sentimos cuando perdemos algo muy preciado o un ser querido. Así que aquí estoy en este mismo momento en que escribo este artículo, sentada en medio de cosas que una vez fueron la fuerza laboral de mi esposo y yo, que luego se convirtieron en dinero para comprar objetos deseados para decorar nuestra casa, y que en este momento se han convertido en basura. ¿No es irónico que trabajemos tanto y tan duro para comprar basura?.
Anoche me tomé la molestia de recordar los precios de muchos de esos objetos y sumar, la cifra me escandalizó, y pensé en que hubiera sido más productivo viajar con ese dinero antes que comprar cosas para garantizarme un estatus en la sociedad y ser medianamente aprobada por la gente que visita mi casa, que es en últimas la motivación para comprar, sea que nos hagamos concientes de ello, o sea que estemos en negación al respecto, pero sobre todo le habría ahorrado al planeta tener que procesar todo esto.
Si estuviera en Colombia, ya habría regalado todo lo que tengo, sobre todo los libros, que han sido los más difíciles de regalar ¿será que la gente ya no está leyendo, o yo estoy leyendo libros muy aburridos que no son del gusto del común de la gente? Aunque todos sabemos la respuesta: en Estados Unidos no hay tiempo para leer. El tiempo se ha convertido en la posesion más costosa por el que los países desarrollados no pueden pagar.
Pero de todo esto está saliendo algo muy bueno, estoy viendo como el universo me está apoyando en mi proceso de cambiar mi estilo de vida, algo que ya había iniciado. Dejar de comprar es una alternativa que ya había adoptado, pero obviamente estoy cargando con el peso de lo que compré antes de decidirlo. Así que elaboré mi propio proceso de selección de compras, que tengo organizado así:
Comprar sólo aquello que sea necesario para cubrir mis necesidades de supervivencia
Comprar para mi satisfacción personal, no para obtener aprobación social.
Comprar de segunda mano con eso ayudo a otros a rotar los objetos y disminuir las basuras.
Antes de comprar algo determinar el periodo de vida de ese objeto en mi vida
Determinar si puedo moverme con ese objeto cuando me mude
Comprar cosas compactas que pueda ubicar en espacios pequeños
Hacer una alcancía donde irán las cifras de dinero que ahorro cuando me abstengo de comprar algo que es inútil pero que mi ego me impulsa a comprar, con ello haré un fondo de viajes.
Auto imponerme espacios reducidos para ubicar las cosas en la casa, con ello evito llenarme de objetos.
Recordar que comprar cosas que están destinadas a convertirse en basura rápidamente no es una elección inteligente.
He querido compartir esta lista con ustedes por si alguien está interesado en el tema, o le ocupa el bienestar del planeta y reducir el equipaje material que de igual forma tendremos que soltar cuando nuestro último aliento nos obligue a hacerlo. Si alguien tiene más sugerencias son bienvenidas.
Comentarios
el fotografo
EXCELENTE ARTICULO LUZ DARY, TE FELICITO PORQUE CAPTASTE PERFECTAMENTE LA ESENCIA DEL CONSUMISMO QUE EXISTE EN USA PARTICULARMENTE, DONDE TODO SE VUELVE DESECHABLE AUTOMATICAMENTE Y SE PREFIERE COMPRAR NUEVO A RE-UTILIZAR ALGO QUE ALGUIEN YA TUVO EN SU PODER... MUY BUENA TU REFLEXION ACERCA DE LAS IDEAS PARA FRENAR LAS COMPRAS INNECESARIAS, TENEMOS QUE RE-ORIENTAR LOS GASTOS E INVERTIR EN LO QUE REALMENTE VALE LA PENA: EL DISFRUTE, EL COMPARTIR CON LOS SERES AMADOS Y AQUELLAS COSAS QUE NOS TRAEN REALIZACIONES PERSONALES.
UN ABRAZO!