ME ROBARON EL CARRO (segunda parte)
La mujer hostil de la financiera me dijo que la única manera como podía recuperar “su auto” era pagando el balance total de la deuda que según sus cuentas eran once mil dólares, aunque en mis cuentas personales no debía más de unos tres mil dólares, ya que hice un contrato de compra de un carro que valía catorce mil dólares, había pagado diecisiete mil novecientos un dólares y aún debía once mil. Con lo cual me percaté que me estaban vendiendo el auto por el doble de su valor en el mercado. En que momento habían subido mis intereses ha sido parte del misterio por descifrar.
Aunque técnicamente soy propietaria de algo más que la mitad del vehículo al haber pagado más de la mitad del precio que ellos están cobrando por él, no tengo derecho a una sola llanta ya que según tengo entendido en las políticas del capitalismo no existe la figura de “medio propietario” y siempre las leyes protegen al más fuerte, en este caso al más fuerte económicamente. Cósmicamente ya pagué el auto en su totalidad, pero si no lo puedo tener conmigo debo estar pagando deudas que no pagué en el pasado, porque sé que así es como funciona la matemática cósmica.
VENTAJAS.
DESVENTAJAS.
A veces limita nuestra libertad de movimiento.
Así que analizando detenidamente la situación y después de escuchar lo que opinaba mi esposo quien dijo:
“que le quiten el carro es un chiste, para quien no tiene ni siquiera piernas para caminar. Nos quedan piernas para caminar”. Decidimos dejar ir el auto que nunca fue mío y que disfruté en costoso préstamo durante varios años. Sólo quedaba buscarlo para recuperar nuestras pertenencias entre ellas la silla de bebé de mi nieta.
Cuando nos presentamos en el sitio donde tenían el auto para reclamar las pertenencias el hombre que nos atendió nos extendió una factura por valor de cincuenta y tres dólares, cuando le expliqué que no quería sacar el auto sino solamente mis pertenencias, me dijo que si las quería recuperar tenía que pagar esa cifra. Me quedó claro porque decomisan los autos en la noche y sin darle la oportunidad a uno de sacar sus pertenencias, es un negocio adicional que le proveen las financieras a las empresas de las grúas que remolcan los autos, y así se lo expresé al hombre luego de fotografiar el sitio y la factura. Mi hija le pidió al hombre que le dejara sacar la silla de la bebé que estaba en el auto, pero él no sólo se rehusó sino que nos cerró la puerta y todas las persianas de las ventanas, cuando mi hija se disponía a llamar a la policía el hombre salió, me pidió las llaves del auto y nos entregó todo lo que había dentro, sin cobrarnos nada y mientras se esforzaba porque yo le creyera que no se trataba de un negocio entre ellos y la financiera. El hombre no tenía la suficiente inteligencia para percatarse que sus esfuerzos por convencerme de que no había un negocio nada limpio de por medio, sólo confirmaba mis sospechas.
Pero la historia no termina ahí, unos meses después la financiera me contactó, para decirme que habían vendido el auto y que como lo habían vendido por menos de la deuda que yo tenía cuando el auto había sido decomisado, es decir por menos de once mil dólares, yo les debía pagar el deducible que eran cerca de cinco mil dólares ¿? Aquí si reza aquel dicho que dice que el sentido común es el menos común de todos, ¿Qué les hace pensar que después de que me robaron el dinero voy a querer voluntariamente dejarme robar más? Así que ahora me persiguen por deber la parte de un auto que según ellos es mío, porque aún se los debo, pero que no estoy disfrutando.
Me quitaron el auto, pero a lo mejor sólo me brindaron la oportunidad de vivir sin una deuda y de adquirir un vehículo de contado y de acuerdo con mis circunstancias actuales y con mis políticas de vida. Una experiencia nueva y excitante se tendió ante mis pies, ya que de esto hace ya 9 meses, tiempo que me he tomado para averiguar que tan necesario es un auto; y para evaluar las ventajas y desventajas de no tener auto en un lugar del mundo, en donde lo primero que te dicen cuando llegas es que “sin auto eres nadie” hasta ahora no solo he sobrevivido sin auto, sino que he disfrutado de mi vida exactamente igual que cuando lo tenia. Aquí están las cosas maravillosas que me han pasado gracias a que no tengo auto.
VENTAJAS.
He pasado más tiempo en casa
He podido escribir más
Tengo más tiempo para mi misma
He caminado más
Hice realidad mi sueño de viajar en tren al norte del país
Hice realidad mi sueño de viajar en tren al norte del país
Ahora uso más el tren y el bus
Les he dado la oportunidad a muchas personas de brindarme un servicio
Soy una menos contaminando el planeta
Me he ahorrado la cuota mensual
Me he ahorrado el dinero del seguro
No he pagado por gasolina (salvo cuando aporto a quienes me transportan)
No he pagado por mantenimiento
He compartido más tiempo con mi esposo
He dormido mejor al saberme con varias cuentas menos
He disminuido el riesgo de accidentalidad
He disfrutado de más contacto con amistades que se ofrecen a transportarme cuando lo he necesitado
Derribe el mito de que en la Florida se es nadie sin auto.
Mi seguridad en el universo y en el futuro se ha incrementado
Ya no siento dependencia de cosas que en realidad no tengo
Me ha dado la oportunidad de ser más sincera conmigo misma (no tengo carro es no tengo carro)
Me he integrado más al mundo artístico gracias a que los amigos que me transportan son artistas que me enteran de lo que esta pasando y me invitan a eventos
Conocí dos árboles de mangos en el vecindario que me dieron frutos generosamente en plena cosecha.
Reconocí mi vecindario y me di cuenta de cosas maravillosas que antes no pude saber porque siempre pasaba en el auto de prisa.
Conocí personas que no saben dar, porque les da miedo compartir de lo mucho que tienen y que no están usando.
Conocí gente maravillosa que hacen uso de la verdadera generosidad compartiendo lo poco que tienen cuando no lo están usando.
Conocí a una mujer de 79 años que camina diariamente cerca de 15 millas con su caminador y que aunque todos la compadecen, ella es quien siente compasión por los que pudiendo usar sus piernas, no pueden hacerlo porque tienen rotas sus piernas mentales.
Conocí personas que no saben dar, porque les da miedo compartir de lo mucho que tienen y que no están usando.
Conocí a una mujer de 79 años que camina diariamente cerca de 15 millas con su caminador y que aunque todos la compadecen, ella es quien siente compasión por los que pudiendo usar sus piernas, no pueden hacerlo porque tienen rotas sus piernas mentales.
DESVENTAJAS.
A veces limita nuestra libertad de movimiento.
El ego sufre por esas cosas
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