PORQUE COMPRAR UN LIBRO DE PAPEL.
Cuando estaba pensando en a quien darle el prólogo
de mi libro, recibí muchos consejos al respecto, la mayoría abogaban por un
personaje famoso del que seguramente podría pegarme para comercializar mejor mi
libro, pero creo poco en esas etiquetas de famosos, y creo poco en los
eruditos, lo mío es la gente de la cotidianidad, que aunque estén en el
anonimato, me dejan mascullando una idea porque fueron capaces de ponerla en
una frase cargada de belleza y de sabiduría al mismo tiempo. Así que le pedí
que escribiera mi prólogo a mi amigo Fernando Ramírez viejo amigo de Cali,
quien por allá a mediados de los 90 me dio a leer un manuscrito suyo, de una
belleza indescriptible y que cuando la leí no tuve dudas de que estaba frente a
un gran escritor.
Pese a que ya es pública la noticia de que mi libro
se lanzará el 8 de diciembre y que ya está a la venta, algunas personas han tenido como respuesta que no es un buen
momento para el libro de papel, porque lo que se impone es el “E-book” es decir
el libro electrónico, y aunque me considero no sólo conocedora de la Internet
sino que soy muy participativa en las diferentes redes sociales no comparto
esta idea, a mi el libro de papel me sigue pareciendo que tiene una magia
indescriptible. Ahora que tengo el primer ejemplar de mi libro en mis manos, he
disfrutado de esa faceta de leerme a mi misma en papel y ha sido como leerme
por primera vez, me he saboreado lentamente a mi misma a través de mis letras
de una manera tan exquisita que me estoy animando a publicar mi siguiente
libro. Me gustó particularmente la respuesta que me dio Fernando el escritor de
mi prólogo cuando le puse el tema.
“Yo sigo siendo de los ortodoxos,
acariciadores del papel, he intentado leer en e-book y la verdad es cómodo y
todo lo que vos querás de práctico, pero por ejemplo los versos de Vallejo perderían
todo el encanto si no están escritos en papel amarillo con olor a moho, yo
prefiero los libros comunes y corrientes, y al igual que yo muchos de los
escritores notables hoy día en Colombia piensan los mismo, romanticismos de
intelectuales tal vez, yo si pienso en que los que queremos escribir para ser leídos
en las próximas décadas, tenemos que reinventar la narrativa y ajustarla con
las tecnologías audiovisuales, pero los libros son como los tapetes persas un
gusto que solo se darán los que de verdad saben. Si, hay cosas que han vivido
por siglos y que todos las ponen en el ciclo de las modas y les auguran muerte
temprana y ahí están después de siglos vigentes, pero ¿sabes que es lo mejor?
que se vuelven sofisticadas, solo para unos pocos conocedores. Por ejemplo,
antes lo hombres usaban piel de animales y fibras vegetales para escribir,
después llegó la imprenta y coincidió con la ilustración y los libros se
volvieron el oráculo del conocimiento para entonces, después vino la revolución
de la informática de los setenta y cuando todos pensaban que el libro impreso iba
a ser desplazado, la industria editorial era el cuarto renglón más importante
de la economía gringa. Ahora se hacen
dispositivos visuales como por ejemplo nuestro amigo e-book pero no faltara
quien compre el mamotreto de la montaña Mágica de Mann
Para mi
que los libros sobrevivirán esta y no sé cuantas más generaciones, pero para
favor nuestro están ahí como marca indeleble de una civilización que encontró
el camino para sobreponerse a esa bestialidad.
En los
libros también se preservan las
memorias, la historia y hasta los versos de ese hoy anciano, que tiene como único
consuelo a su aniquilamiento los recuerdo de esos pechos jóvenes que beso y encontró
suyos. Luz, los libros son poesía, son romanticismo, si los libros van a desaparecer,
que desaparezcan cuando yo ya no esté... por que yo, si no puedo vivir sin ellos”
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