FRUSTRATO FRUSTRATIONIS

 La primera semana de recuperación fue muy tranquila. Todavía tenía muchos tejidos adormecidos y estaba hamacada por la comodidad del vendaje y por la exquisita compañía y los cuidados de mi hija. Pero la segunda semana se escribió con cada una de sus letras la palabra FRUSTRACIÓN. Me llamó la atención que el origen etimológico de ésta palabra hace referencia a las consecuencias de una mala relación con esa emoción. Frustración viene del latín frustratio, frustrationis acción de llevar a alguien al error, decepción y equivocación. Si, me gusta saber de donde proceden las palabras, sobre todo las que nombran nuestras emociones, porque me permite profundizar en ellas.


Mi vulnerabilidad más grande son las alergias, cada que tengo un nuevo reto de salud se une a mi historial clínico una nueva reacción alérgica. En ésta ocasión, ha sido alergia a los vendajes que usaron para cubrir algunas de mis heridas, que quedaron expuestas al ser retirados. Mi espalda fue presa de un brote  severo en la piel, acompañado de un ardor y comezón que lo hacía más insoportable el hecho de no poderlo tocar, so pena de dañar la cirugia. Empeoraba ante el roce con cualquier prenda, al caminar y sobre todo al tratar de acostarme para descansar, con lo cual he tenido el descanso y el sueño muy limitado, ya que tampoco puedo acostarme de lado y menos aún boca abajo.

Tampoco fue posible usar alguna crema, ungüento o menjurje que ayudara, ni algún tratamiento oral, no al menos los primeros 7 días después de la aparición del brote.

Todo ésto generó en mi una mezcla de sentimientos desagradables, con la respectiva tentación de culpar a alguien por lo que estoy viviendo. La irritabilidad se hace presente, y ante ella suelo tener respuestas más asertivas porque sé que la irritabilidad me corresponde y salpicar a los demás con mi malestar no cambiará mi situación.
El hecho de no poder tomar endorfinas con mis largas caminatas como yo quisiera y como acostumbro hacerlo, no me ayuda. 

Entender la FRUSTRACIÓN, fue algo para lo que tuve mucho tiempo. Un estímulo desagradable aparece (comezón y ardor) seguido de la incomodidad con la postura, si tenemos en cuenta que todavía tengo un tubo en mi costado derecho, no puedo hacer nada para remediarlo, nadie más puede hacerlo tampoco, luego el siguiente paso es aceptar la condición como parte del proceso que me tocó a mí en particular y buscar las herramientas que me puedan ayudar.

La respiración siempre forma parte de mis primeros auxilios, en éste caso me di cuenta que al enfocarme en la respiración me sustraía del malestar físico. Una cosa que me ayuda es que sé que la frustración (como todas las emociones desagradables) se alimentan con nuestra atención. Mi propósito ha sido encontrar actividades que le quiten la atención a mi frustración, en esa búsqueda descubrí que, las redes sociales no me ayudan en lo más mínimo. La dopamina que se produce con el uso de las redes sociales por su gratificación instantánea, no funciona para mí, soy más selectiva con la gratificación. Entendí porqué dicen que las redes sociales y el uso desmesurado del teléfono solo producen dopamina "barata" el equivalente a nutrirse con comida chatarra.

En lo que sí encontré mucho alivio fue en actividades como tejer, leer en papel y escribir a mano, porque producen no solo dopamina sino endorfinas y oxitocina, todo un cóctel de sustancias naturales que me ayudan a quitarle el protagonismo a la frustración y a otras emociones adversas.

Puedo decir con conocimiento de causa que éstas tres actividades están salvando a mi entorno familiar de la mujer detestable en la que me puedo convertir bajo el influjo de la frustración. Así que aquí voy, escribiendo, leyendo y tejiendo un nuevo proyecto. 





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