LOS HOMBRES RICOS DE LAS MUJERES BELLAS
Había una vez un hombre que tenía mucho dinero y mucho poder, que tenía muchos guardaespaldas y secretarios privados que le ayudaban en sus múltiples ocupaciones. Cierta vez que llegaron a una ciudad, su secretario principal descendió de la limosina con una corte de hombres y se dirigieron a la recepción del hotel pidiendo una camilla para el hombre, a quien todos conocían porque su nombre aparecía en todos los diarios del mundo. La recepcionista visiblemente preocupada se apresuró a preguntarle al secretario del hombre "está muy enfermo el señor X?" y el secretario respondió "no, es solamente que él ya tiene tanto dinero que ya no necesita caminar" Esta semana mientras tomaba el sol en la playa recordé esta anécdota cuando entró un nuevo personaje a nuestro inventario visual, un hombre en una patineta con motor que puede rodar tanto en pavimento como en la arena, como todos sabemos, detrás de algunos señores maduros de poco cabello y prominente abdomen ruedan en ...