BELLEZA COMPRADA.
Te he dejado en aquel lugar tan gélido como la antesala de la muerte, que
de alguna manera así es, cuando salgas de allí ya no serás la misma que parí
hace 26 años dos meses y 24 días. Mientras estaba allí me preguntaba ¿Que
sentido tiene meterse un superbra dentro de la piel y cargar con algo que no es
de uno dentro de la piel? “para sentirte mejor contigo misma” me dijiste
mientras juzgabas a las demás mujeres de la sala de espera de quien no sabíamos
exactamente que se iban a arreglar porque a los ojos de la exigente estética tenían
todo por arreglar, aunque yo estaba allí pensando que lo único que necesitan es
una liposucción que les retire la grasa conceptual que tienen acerca de su
cuerpo.
No consigo comprender tu posición porque yo misma nunca me sometí a una cirugía
y eso que muchos creen que vine con defecto de fábrica, aprendí a amar mis
caderas dislocadas que entre otras cosas son preciosas, tienen una forma
redondeada que muchas “normales” se quisieran para si, aprendí a lucirlas
rompiendo los esquemas de belleza que maneja la colectividad, es cierto que yo
misma me impresiono, mi manera de caminar luce tan dispendiosa que yo misma me
sorprendo que en la práctica sea más sencillo de lo que parece. Quizá no sea
una bella, elegante y sensual manera de caminar, pero he aprendido a derrochar
sensualidad de otra forma.
En fin, trato de entender que tu equipaje evolutivo no es igual al mío, que
estas en un grado evolutivo diferente y que mientras a mi me interesan unas
materias tú estas estudiando otras completamente distintas a las mías y que a
lo mejor mi tesis de grado es poder ver nuestras diferencias sin culparte y sin
culparme, sino como lo que son: diferencias evolutivas en las que difícilmente
consigamos estar en la misma clase, por simple lógica, no porque seas inferior
a mí.
Mi pequeña hija, te veía tan diminuta, tan indefensa, pero tan feliz porque
crees que tomaras el cielo con tus manos luciendo un par de senos voluptuosos,
que no me siento lo suficientemente mezquina para quitarte ese trozo de dicha
al que tú llamas felicidad. En este momento deben estar rompiendo tu pezón
original, e introduciendo por él un globo de solución salina que marcaráa la
diferencia para ti, es un procedimiento rutinario para el cirujano que todos
los días introduce bolsas de las mismas en diferentes tamaños a diferentes
mujeres, un trabajo tan mecánico como hacer ensaladas en T1B ¿recuerdas? Sin
embargo es el mismo procedimiento que para ti es tan importante y que para mi
significa entregar tu vida en manos
anónimas.
Que frágiles somos, que insignificantes somos cuando por mas que buscamos
respuestas ellas no aparecen, a lo sumo aparecen sombras de lo que yo creo que
me puede dar una luz respecto a toda esta locura de comprar la felicidad en un quirófano
y pagar cifras escandalosas de dinero por ello. ¿No es irónico que con la misma
cantidad de dinero que te pones senos, es con la misma que yo compraría un
auto? Podría decir que es una frivolidad la tuya y que lo mío es de primera
necesidad, pero quien sabe, a lo mejor y es al contrario, tus senos son de primera
necesidad para tu momento evolutivo, y para mi sea sólo una frivolidad conducir un auto que contamina el
planeta y que no me permite ver lo que subyace a toda esta locura de vida
moderna en la que todos nos montamos. Nunca sabremos de que manera está tejido
realmente nuestro destino en este momento, nunca sabremos como son nuestros
grados de evolución, si soy tan evolucionada como lo creo por pactar con mi
cuerpo como es, o si lo eres tú por atreverte a modificar tus condiciones, o quizá
si, lo sabremos cuando dejemos el capullo y nuestras alas se desplieguen en un
vuelo infinito donde podamos ver que todo esto es sólo un juego y que nos hemos
inventado diferentes maneras de disfrutarlo.
Vuela mariposa con tus senos de sal.
Comentarios
El aprender a quererse a uno mismo es un proceso pero uno/a se la pasa tratando de querer a los demás y se olvida de uno/a