LABERINTOS FEMENINOS.
La conocí por Facebook en algún grupo al que pertenezco, leía
sus comentarios para los que usaba un léxico muy vulgar para mi gusto, cuando
me envió la petición de amistad lo pensé mucho antes de aceptar, la verdad no
daba un peso por esa amistad, cuando leía lo que escribía en Facebook literalmente me escandalizaba, pero teníamos
muchos contactos en común que aprecio mucho y me quise dar la oportunidad de
conocerla por mi misma.
Durante mucho tiempo no interactué con ella personalmente,
sólo coincidíamos de vez en cuando en el muro de algún amigo en común o en algún
grupo donde las dos estábamos participando, hasta un día en que ella abrió una
ventana del Chat, haciéndome una pregunta que jamás me imaginé de una persona
como la que yo creía que ella era, porque la había juzgado por su manera de
expresarse. Para mi sorpresa estaba leyendo mi blog y de un momento a otro se había
convertido en una fiel seguidora que buscaba por todos lo medios conquistar a
sus amistades para que me leyeran, no porque le importara quedar bien conmigo,
sino porque esta maravillada con lo que yo escribo y quiere que otras personas
se sientan como ella. Aquella conversación en el Chat fue el comienzo de una
amistad que se fue fortaleciendo con el paso del tiempo, hasta que la semana
pasada fui a visitarla a la ciudad donde vive para conocerla personalmente.
Me encontré con una hermosa casa anclada en un vecindario
que encendía mis nostalgias, donde la gente no tiene garaje para guardar sus
autos sino una pista de aterrizaje y un avión parqueado frente a sus casas, el
lugar con que fantaseábamos con mi ex para terminar nuestro reencuentro en esta
encarnación. Una casa rodeada de naturaleza y que no sólo es un paraíso por lo
que significa para mí un sector alejado de todo bullicio, sino porque al igual
que el paraíso del que habla la única religión que he conocido, este cuenta con
una variedad nutrida de serpientes que se pasean libremente alrededor de la
casa, otros vecinos del paraíso aplican como panteras y sus parientes salvajes.
No obstante no me dejé arrebatar la dicha de estar en aquel lugar ni siquiera
porque las serpientes son el animal al que más le temo.
Toma de los modelos de vivienda en el vecindario |
Me encontré con una mujer de cincuenta años de una
vitalidad increíble que se levanta a las seis de la mañana a patinar aproximadamente
tres millas, lo que la hace ser poseedora de unas espectaculares piernas. Es
esposa de un americano cuyo nombre (aunque ella no lo sabe) suena diferente en
su voz que en el de cualquier otra persona, porque ella le imprime en cada una
de sus letras el amor que le tiene, es madre de dos hijas adolescentes y
atiende su casa y su trabajo al mismo tiempo sin queja alguna como si hacerlo
fuera una suerte de actividad para conservar la vitalidad y la juventud.
Generosamente había arreglado todo para estar por fuera de su trabajo los dos días
que pasé con ella. Durante mi interacción con ella de lo primero que me di
cuenta es que pese a que luce como una mujer muy activa, sabe escuchar a los demás,
no sólo con el oído, sino con el cuerpo, es capaz de conservar el contacto
visual con uno mientras escucha atentamente. En persona no dice tantas palabras
soeces y tiene una capacidad de síntesis para contar las cosas que me dejó
maravillada, pero lo que más me deslumbró fue su increíble capacidad de
autoobservación, ella sabe muy bien de sus aciertos y de sus desaciertos en el momento
justo en que ocurren y tiene la suficiente sencillez para hablar de ellos sin
temor a que su imagen sea distorsionada.
Cuando me invitó a la piscina de su casa a darnos un baño,
yo tenía miedo de las serpientes, y ella me confesó que ella también les temía,
no sólo a ellas, sino a los grillos y hasta a las mariposas, entonces le
pregunté como le hacia para vivir en un lugar como esos, y me regaló una lección
ese día con su respuesta “uno tiene que exponerse a todo, para saber como uno
va a reaccionar” y esa respuesta me llenó de coraje, como si ella se hubiera
quietado el suyo y me lo hubiera prestado por ese día, entonces me metí en la
piscina y dejamos que las horas pasaran por encima de una conversación
exquisita que desterró el sol y que me dejó a merced de mucho aprendizaje por
procesar, todo a manos de una maestra que casi me pierdo porque llegué a pensar
que hablar con palabras soeces era de personas que no podían reportarle nada a
mi vida.
Ella encarna para mí el ideal de mujer que siempre he
admirado, incluso sus vulnerabilidades la hacen tan poderosa porque tiene la
fortaleza para vivir con ellas, sólo porque acepta que no es el momento de
trascenderlas. Ella sabe ser feliz no gracias a que algo o alguien le otorgue
cosas o situaciones para serlo, sino porque sabe apropiarse de la felicidad
personalmente y sin intermediarios, resueno con su filosofía de vivir la vida,
aunque no esté de acuerdo con muchas cosas de ella, y quizá esa fue la mejor lección
y el mejor regalo que me traje de ella, que pude abrazar nuestras diferencias
sin necesidad de hablar de ellas; y estoy segura que ella también abraza las
que tiene conmigo, es muy curioso que yo sienta que obtengo más tolerancia y
respeto de una mujer que usa palabras soeces cuando está feliz, porque cuando
de arreglar problemas se trata es toda una fina dama. Una vez más internarme en
el misterioso laberinto de la siquis femenina me deja más interrogantes que
respuestas, pero si obtuviera todas las respuestas, ya no quedarían preguntas,
ni mujeres…
Mi amiga Maria Isabel y yo |
Comentarios
pues esta nueva amiga tenia la costumbre de no guardarle secretos a nadie, un dia me conto un super secreto de una amiga de ella, porque yo le inspiraba confianza; fue suficiente para alejarme de ella, por unos dias, asi que cuando me buscaba me escondia, como si tuviera alguna enfermedad contagiosa, en mis reflexiones comprendi que me estaba perdiendo de compartir y ACEPTAR a las personas tal cual son, entonces me dispuse a hablarle e invitarla a tomar onces, para contarle porque me habia alejado de ella, le conte que queria ser su amiga y el motivo por el cual me aleje de ella por esos dias.
esta amiga fue una gran leccion para mi; aprendi a ampliar mis circulos de amistades, a aceptar las personas con sus defectos y cualidades, hoy a mis casi 60 anos, tengo amistades por todo el mundo, de todas las razas y religiones, aprendi a aceptar a todo mi genero humano con defectos y cualidades y disfrutar mas la vida, aprendi que cuando algo no me gusta de alguien busco en mi interior donde quedo guardado o grabado en mis primeros siete anos, entonces digo ahhh, estabas aqui escondido que bien, pues ahora vamos a salir del closet, lo acepto lo comprendo, dejo salir muy amorosamente esa experiencia en mi ninez.
esta amiga linda vino a visitarme despues de muchos anos de no vernos, pero hablar por telefono, tiene 70 anos, y luce mas joven que yo, porque no se guarda nada, sigue igual, contando los secretos de todo el mundo jejejejejeje, lo hace de una forma graciosa, en su alma, no esta la maldad, esta vez le dije que ella era una periodista sin titulo.