ENTRE MÍSTICA Y MUNDANA.
Algo más que se dice de mi, lo comparto.
Alguien le dijo alguna vez que ella era combinación exacta de extremos místicos
y mundanos y ella adoptó esa frase como la que mejor la describe, es todo lo
que dice de ella misma, porque aunque ha escrito poemas autobiográficos es poco
dada a hablar de si misma.
Luz Dary Jiménez Monsalve quien goza de una gran popularidad en Facebook y
en otras redes sociales capturó mi atención por la manera como en efecto ella
consigue mezclar lo mundano con lo místico, es una mujer con una capacidad de
análisis asombrosa, que sabe ver más allá de la piel de las personas. En un
artículo que de ella escribió Marie-Luise Friedemann quien fuera su jefe en la
Universidad Internacional de la Florida ella dice “Luz Dary es una persona de muchos
talentos. Ella tiene el don
extraordinario de percibir la profundidad de la vida emocional y espiritual de la gente. Usa esa habilidad
para conectar y dar de sí misma a la gente que se encuentra, Luz
Dary no es una entrevistadora simplemente sino un ser
humano que contribuye a la curación y trae consuelo a los hogares de las familias en dificultades (Luz Dary is a person of many talents. She has the extraordinary gift
of perceiving the depth of people’s emocional and spiritual lives. Using the
skill of connecting and giving of herself to people she encounters, Luz Dary is
not a simply interviewer but a fellow human who contributes to healing and brings comfort into the homes of
distressed families*)
Yo me atrevería a decir que uno de sus más grandes talentos es la capacidad
para saber de los demás mucho más de lo que ellos saben de si mismos. Goza de
una capacidad innata para disfrutar de su vida y para sacarle provecho a las
adversidades que enfrenta, es capaz de abordar temas de sexo con una crudeza
tan elegante en la que desnuda a la sociedad sin dejarla expuesta, combina en
su muro de Facebook los más crudos temas sexuales con los más místicos, y se
expone fotográficamente en una gama de situaciones que la hacen camaleónica al
punto que uno no sabe cual de todas las mujeres en las que ella se convierte en
sus fotografías es la verdadera Luz Dary.
Me recibió en el que ella llama su templo, la playa, en un traje de baño por
el que un gringo le preguntó alguna vez si era legal, tiene una seguridad en si
misma asombrosa y una sensualidad misteriosa que uno no consigue saber su
procedencia, no responde algunas preguntas personales aunque no comprendo el porqué,
ya que en sus artículos deja expuestas muchas de sus experiencias con una
sinceridad sin censura, como dice ella misma.
Es difícil meter a Luz Dary en un solo molde o definirla, ella es
indescriptible, talentosa, amante incansable de las letras y de la soledad, no
le gusta la gente que habla mucho y asegura que lo que más admira en las
personas es su capacidad de síntesis, no cree en la belleza comprada y está
convencida que sus caderas dislocadas han sido la mejor oportunidad que le dio
la vida de saber cosas que en otras condiciones le hubiera sido difícil, por
eso se rehusó a ser operada durante su edad adulta cuando alguien le ofreció
corregir sus caderas “no hay nada que corregir, soy perfectamente imperfecta y
he aprendido a disfrutarlo” asegura.
Supe más en detalle de Luz Dary por uno de sus más fieles amantes quien la
describe como una mujer de pasiones intensas pero de escasos sentimientos,
reconoce que no es muy exitosa con el gremio femenino, aunque es una adoradora
de las féminas, no comulga con el feminismo porque le parece que las feministas
están más enojadas con su dualidad energética que con los hombres; y que usan
el feminismo para castigar al macho que todas llevamos dentro. Tampoco quiere
liderar luchas, se considera una guerrera pacifista cuya única arma mortal que
ha portado es la palabra, por lo que a veces se cuida de usarla para no
lastimar y no lastimarse a si misma.
Siente una pasión asombrosa por el salmón ahumado y el sushi, después de
pasar un día en su compañía con su comida favorita y un par de botellas de
vino, quede más embriagada de su presencia que del vino mismo, lo cual la llevó
a contarme que uno de sus amantes le regalaba una marca en especial de vino y
que cuando se lo llevaba le decía “Te traje este vino para que sepas a que
sabes vos”.
Acaba de ganarse por segundo año consecutivo el premio de la NPE a mejor
poetisa del año y a mejor caracterización cuando personifico a Frida Kahlo por
quien ella siente una veneración sobrenatural, aunque asegura que no cree en la
competitividad la vida la ha puesto varias veces en escenarios competitivos y
ha ganado varios reconocimientos por su trabajo literario.
Luz Dary lleva un blog que ha tenido más de 122.000 visitas y 83 seguidores,
a quienes mantiene a la expectativa con sus artículos variados, y en donde
intermitentemente esta documentando su proceso de divorcio de quien fuera su
esposo por 10 años, un proceso muy singular que nos mantiene a los lectores
entre asombrados y deslumbrados por el enfoque tan peculiar que ella decidió
darle al asunto.
Confiesa que su mayor pecado es la irreverencia y que la mayor que ha
tenido ha sido subirse al escenario sin experiencia alguna como actriz a escenificar
un monólogo escrito por ella que se llama “llanto a mi misma” una obra autobiográfica
donde ella narra la vida de una mujer con un defecto físico y el proceso para
adaptarse a un entorno que venera la belleza física. Durante el estreno recibió
una crítica muy buena en el New Herald a manos de la desaparecida Helena
Tamargo, y posteriormente recibió una crítica no muy buena en el mismo diario
durante el festival de teatro de pequeño formato, crítica que respondió en su
blog con una humildad sobrecogedora.
Cuando le pregunto si tiene en mente escribir más monólogos me dice que en
realidad no ha podido dejar de hacerlo, pero que sabe que el enfoque de sus
obras no es comercial. Después de haber leído sus obras me atrevo a decir que
Luz Dary es una visionaria que podría cambiarle el rumbo a las telenovelas si
tan solo los productores no tuvieran tanto temor de salirse del molde y
abandonar sus viejos esquemas de hacer novela y de contar una historia, nada
mas con su propia experiencia de vida que rompe todos los esquemas sociales y
morales tendríamos una novela con los suficientes ingredientes místicos y
mundanos que nos mantendría capturados, porque hay que estar cerca de ella para
saber porque es que en efecto ella es combinación exacta de extremos místicos y
mundanos.
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