NO SIEMPRE.

 ¿Y tú siempre eres así? Pregunta el interlocutor ¿Asi cómo? Respondo. Tan positiva, viendo el vaso medio lleno, tan motivada. Concluye el otro.

No, respondo, la oscuridad se abre paso entre la luz al punto que dudo si conquisté esa luz , o me acostumbré a usarla como escudo protector contra el dolor. A veces tengo días largos  como de 72 horas, no, que digo, como de una semana, y me rebelo contra la realidad de que somos unos condenados a muerte viviendo como si fuéramos eternos. Yo por ejemplo me atrevo a ser feliz, otros a comprar cosas hasta acumular un equipaje para tres vidas. Hasta pienso en convocar a un paro generalizado contra la mortalidad, saltar de la rueda de samsara y no seguir siendo una suerte de  marioneta aquí, en ésta lucha constante, llena de tareas y pruebas de vida para que la graduación sea la muerte ¡valiente graduación! la desaparición total de nuestra existencia y la de los que amamos, la pulverizacion de nuestros recuerdos. No siempre soy así. Nadie es siempre así, viajamos por Estados anímicos y conquistamos el mejor para seguir viviendo.