LA VAGINA DE REPUESTO

Desde que empezó la temporada de Monólogos de la Vagina de Eve Ensler en el Teatro Trail de Miami, siempre le preguntaba a la gente, si ya había ido a verlos, a decir verdad le preguntaba más a las mujeres, pese a que sé que los hombres estarán mas interesados en vaginas que las mismas mujeres. Son muchas las mujeres que compartían la misma suerte mía, que estaban locas por verlos (los monólogos) pero que por una u otra razón no habían podido ir, sólo dos de ellas me respondieron de manera diferente, una me respondió con otra pregunta ¿Y qué es eso? Otra de ellas me dijo que no tenía planeado verlos porque eran muy vulgares; y un tercero, un hombre, me dijo que tenía muy idealizada la obra porque la había visto ya en otro montaje y que pensaba que sólo estaban usando actrices famosas para atraer público sacrificando la calidad de la obra.


Pues bien para todos ellos fui a ver este fin de semana los monólogos y darles una respuesta:

La chica que en este momento en Miami no sepa donde están presentando los monólogos de la vagina debe estar confinada en su propia vagina, debe vivir lejos de los medios de comunicación o debe ser una especie de monja, porque los monólogos se están presentando desde febrero y desde que arrancaron lo hicieron con una fuerza increíble, me atrevería a decir que este espectáculo es el más importante que se está presentando actualmente en Miami, han pasado más de 10.000 personas por el teatro Trail a ver los monólogos de la vagina. Entre otras cosas toda mujer llega a cierta edad, en que no saber que los monólogos de la vagina existen, es una suerte de ignorancia, porque ellos forman parte de la cultura general femenina. No sólo por el grito de género que son, sino por la fuerza y el poder que uno adquiere después de conocerlos, es la mejor manera que tenemos para proclamar nuestra independencia sexual, no aquella que te dice que te puedes acostar con quien desees, sino aquella en la cual reconoces tu derecho a ser sexualmente satisfecha, a no anteponer el placer de tu pareja al tuyo.

Si los monólogos de la Vagina son o no vulgares es un asunto subjetivo, no hay forma de hablar de la vagina en otro lenguaje que no sea el que se ha elegido en la obra, la vagina es un tema tan caliente que no importa con que lo agarres te quemaras. Por supuesto que debe ser vulgar para aquellas mujeres que el sólo hecho de mirar su vagina es vulgar y pecaminoso, que hablar de ella es inapropiado y que saber lo que sus vaginas quieren es algo que prefieren ignorar porque eso les recuerda que no han sido sexualmente felices. Hablar de la vagina es un acto de poder que tiene una magia secreta que es difícil describir, desde la vagina se han hecho muchas cosas, detrás del poder de un gran hombre siempre ha existido una vagina majestuosa capaz de someter los bajos instintos del más poderoso, la vagina tiene el misterio de lo no revelado y como dice la misma obra, la vagina al igual que el corazón es capaz de cambiar de forma para dejarnos entrar y de expandirse para dejarnos salir. Decir que los monólogos son vulgares es tanto como decir que nosotras lo somos por el sólo hecho de cargarla entre las piernas, yo me atrevería a decir que lo vulgar es cargarla y no haberle sabido dar uso, y no saberse comunicar con ella.

En cuanto al tercer tópico, si, hay actrices famosas en el espectáculo, y son muchas porque la obra tiene la magia que cada fin de semana el elenco cambia, por lo que uno tiene el placer de verlo varias veces y como cada actriz le pone su sello es como si uno la viera por primera vez. Yo elegí un fin de semana en donde se presentaba Marisol Correa, porque soy una admiradora de su trabajo actoral, y como siempre ella superó mis expectativas. Marisol es una atrevida y confianzuda con el escenario que se conduce en él como si estuviera en la sala de su casa, lo cual le brinda mucha confianza y seguridad al público, tiene un excelente lenguaje corporal que lo envuelve a uno y lo lleva directo al lugar de los hechos. Marisol tiene además un ingrediente escaso en las famosas, ella es exactamente igual con la gente dentro que fuera del escenario, la misma calidez que proyecta desde su obra la conserva cuando la gente se le acerca en cualquier parte, tiene una sencillez indescriptible. En una conversación que tuvimos mucho antes de ir a ver la obra me dijo que ella era la llanta de repuesto de los monólogos, que si alguna actriz tenía algún inconveniente de última hora ella la cubría, lo cual quiere decir que Marisol domina todos los monólogos porque no está sujeta a un libreto en especial, sino que le puede tocar cualquier monólogo. Ojala todas las llantas de repuesto fueran como ella, porque resultan tan buenas como las llantas de uso diario. Este no es un espectáculo donde la calidad se pierde usando rostros bellos y actrices famosas, es un espectáculo real donde cada mujer le pone su sello vaginal a su trabajo. Compartieron escenario con Marisol, María Conchita Alonso, quien tiene un dominio corporal en la silla admirable, tuve la sensación que la silla era una extensión de su cuerpo, el monólogo de la mujer cuyo amante gustaba mirar su vagina y sicoanalizar vaginas fue un montaje muy bien logrado donde María Conchita hizo uso de toda su experiencia actoral llevándonos de la mano a aquella habitación donde una mujer se reconciliaba con su vagina a manos de un adorador visual de las vaginas. Alba Roversi fue la otra actriz en el escenario, con su acento y lenguaje muy venezolano, se las ingenió para que quienes no sabemos mucho del lenguaje costumbrista de su país le entendiéramos todo lo que quería decir, con una destreza asombrosa para abandonar un personaje y sumergirse en el siguiente, al punto que nos hacía olvidar el personaje anterior. En el monólogo de la niña abusada cambió con destreza de personajes dentro de un mismo texto, permitiéndonos visualizar todas las fases de la vagina de una mujer, todos sus dolores, sinsabores y el descubrimiento final del placer a manos de una experta en placer femenino.

Ver monólogos de la vagina es obligatorio para las mujeres, después no podremos ir por ahí quejándonos de que no hay embajadoras de las vaginas revelando sus más íntimos secretos y motivándonos con nuestro rol femenino. Porque después de que uno ve monólogos de la vagina, uno quiere verse su vagina, uno quiere ser amiga de ella, entenderla, respetarla, amarla, buscar sus secretos, sus motivaciones, sus porqués, sus dóndes y sus cómos. Uno se reivindica con aquella herida abierta que a muchas les duele hasta el alma, uno aprende a disolver los esquemas rígidos de belleza vaginal en los que nos envuelve la sociedad. Cuando uno ve tres mujeres con estructuras óseas diferentes, con bellezas diferentes hablar con orgullo de sus vaginas uno sabe que no hay que aspirar a tener determinada vagina, que lo que hay que hacer es reconquistar nuestra relación con ella. Monólogos de la vagina es un canto a la vida de la mujer.

Pero los hombres no fueron excluidos de los monólogos de la vagina, fue precisamente una mente masculina quien fue capaz de montar una obra pensando en lo que el público quería ver. Manuel Mendoza es el director de la obra que llevó de la mano a todas estas vaginas que salen al escenario a educarnos a través de la risa, el asombro y el llanto. Me agrada pensar que esta obra siendo femenina no es feminista, en que a pesar de ser un tema tan femenino los hombres tienen que ver con él y que participan activamente en divulgar un mensaje que esta ahí, pero al que muy pocas mujeres tienen acceso.

Lo único malo que veo en todo esto, es la ilusión que tiene Marisol de terminar temporada en abril, pienso que sueña si cree que podrá dejar a tantas mujeres y a tantos hombres sin ver esta magistral obra. Mi esposo que fue a verla conmigo, no habla sino de vaginas desde ese día y dice que ha comprendido mucho más del contexto social, histórico y sexual de las vaginas. Los monólogos de la vagina llegaron para quedarse y no creo que el público deje ir una obra que está haciendo respirar tanto al teatro como a Miami de nuevo. Vientos de cambio le han traído Marisol y su esposo al teatro en Miami cuando decidieron montar esta espectacular obra.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Felipe wrote: "Tanta polémica por una vagina y pensar que en sánscrito se le conoce como YONI y significa “espacio sagrado” o “templo sagrado”... en oriente la vagina es vista bajo una perspectiva de amor y respeto, como un lugar sagrado que merece ser reverenciado y amado! Monólogos de la vagina es un homenaje y una celebración a la vagina!!"
Felipe Alejandro Lora
Anónimo ha dicho que…
Que blog tan exquisito. Me chupé los dedos al final. Sería enriquecedor que cada mujer tuvierta su propio monólogo o para empezar podría ser un diálogo con su vagina. Cómo te llamas? Cuáles son tus intereses? Qué te gusta?

Reconectarnos con nuestra vagina es reconciliarnos con nuestro poder femenino. No hay nada sucio ni pecaminoso en ella. Su sangre es vida y energía creadora. Sus mieles son un néctar. Su espacio una cueva encantada.

Que delicia de texto. Muah.
Unknown ha dicho que…
Adorada Luz Dary, tu escrito me recorrió por todo el cuerpillo como la Aorta y a la altura del corazón me inyecto no solo emoción sino compromiso!
Gracias por permanecer!
Marisol
Lumediana ha dicho que…
Marisol te lo mereces, Monologos de la vagina desato mi IVAGINACION ahora soy una monologovagina dependiente.

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