LAS MUJERES QUE HABITO.
Una
mujer que estaba en sus cuarentas se vio gravemente enferma por lo que tuvo que
ser intervenida quirúrgicamente, durante la cirugía tuvo una experiencia de
casi muerte y se encontró con quien ella aseguró era Dios, quien la tranquilizó
de inmediato diciéndole que no venía por ella para llevársela a la otra vida
sino a anunciarle que todavía le quedaban unos cincuenta años más de vida. Al
despertar de la cirugía la mujer emocionada organizó todo para hacerse una
remodelación general ya que en vista de que tenía ese anuncio de primera voz quería
lucir muy bien los siguientes cincuenta años de vida. Desde liposucciones
pasando por un aplanchado quirúrgico hasta unas cuantas prótesis aplicaron para
que la mujer quedara como “nueva”.
El
día que le dieron salida en el hospital la mujer mandó a llamar a su peluquero
y al maquillador porque quería salir radiante a empezar de nuevo su vida.
Cuando estaba en la entrada del hospital esperando por alguien para que la
recogiera, un auto perdió los frenos se estrelló contra la entrada principal del
hospital aprisionándola contra una pared y la mujer murió de inmediato. Al
llegar a la otra vida exigió hablar con el gran jefe (Dios) y le reclamó
haberle mentido, haberle garantizado cincuenta años más de vida para luego a
los pocos días simplemente incumplirle la promesa, Dios se quedó visiblemente
sorprendido ante un reclamo de semejante magnitud, pero se quedó mirándola
detalladamente y le preguntó “¿Miriam? ¿Eres Miriam?” a lo cual ella respondió
que si, y el concluyó “Te juro que no te reconocí!”.
A
mi me encanta este chiste, que parece chiste, pero que tiene un mensaje que
muchas mujeres no quieren interpretar. El caso es que si nos dan una segunda
oportunidad ¿como la vamos a usar? porque si la vamos a desperdiciar mejor es
irnos marchando de este mundo a hacer cosas más importantes. Si te vas a
retocar cuida de no dejar de ser la que eras antes (físicamente) eso incluso es como decirle a tus padres que
el producto de su amor, llegó con defecto de fábrica y que tocó devolver el
producto anterior para adquirir uno nuevo.
Una
de las cosas que más disfruto es también quedar irreconocible, sólo que no a
manos de un quirófano, sino a manos de mi propia imaginación, los disfraces se
hicieron para mí, y podría usar uno cada día de mi vida, me gustan porque me
recuerdan que no debo identificarme con ninguna forma, que todas las formas son
temporales, que este cuerpo es un vestido que usamos durante el tiempo que
estamos aquí cumpliendo una misión, que no debo perderme de la misión de mi
vida pensando que soy mi cuerpo y que soy la que los demás traducen de mí, también
me recuerda que los halagos con cada vestido que uso no son para mí, sino para
el personaje que represento, incluso si no estoy disfrazada y uso un vestido
elegante, sólo estoy representando el papel de una mujer elegante, pero esa no
soy yo.
Personalmente me encanta el ejemplo que usa
Sharon M Koenig en su libro “los ciclos del alma” donde dice que de la misma
manera que un buzo necesita un traje especial para moverse debajo del agua y al
salir ese traje ya no le es útil en la superficie, así mismo el alma solo usa
un traje especial (el cuerpo) para estar en este plano, pero ese traje no la
define. No me imagino vistiendo un traje de buzo en la superficie para todos
los eventos sólo porque estoy identificada con la etiqueta de buzo. No obstante
es lo que actualmente se impone, usar la misma ropa que muchos porque esta de
moda y porque eso me define como una persona con poder adquisitivo, alcanzar
metas de perfección física mediante cirugías sólo porque necesito proyectar la
imagen de que soy perfecta, mientras la perfección interior esta cada vez más
inalcanzable.
Esta semana usé el disfraz de Frida Kalho
durante la Noche de la Poesía Erótica, comentaba que posiblemente nunca me he sentido
más hermosa que ese día, pese a que quienes saben de la historia de ella, nunca
se depiló sus cejas y su bigote, y que pese a sus condiciones físicas fue una
mujer de una vitalidad sexual increíble. A mí Frida me ha inspirado desde
siempre, porque ella se rehusó a pactar con lo cotidiano, con lo establecido,
porque habiendo sido una mujer que no respondía a los cánones de belleza física
dictados por la sociedad, ha sido una de las mujeres más atractivas de la
historia, y la que se dio el lujo de incluso pactar con la bisexualidad, aunque
sé que muchos piensan que la bisexualidad no es un lujo, para mí si lo es,
porque ser atractiva y deseable para los hombres es mucho mas fácil que serlo
para otras mujeres, máxime cuando las otras mujeres son heterosexuales.
Estar en la piel de Frida por unas horas me recordó que la belleza es una actitud, que uno decide ser admirada imponiendo el verdadero yo que uno es, no la fachada que los sentidos de los demás ven, estoy segura que lo que hacía a Frida tan atractiva era su fuerza, su poder y su determinación para que un lecho de enferma no la confinara al anonimato ni a ser menos de lo que había venido a ser. Pienso que las mujeres deberíamos eventualmente meternos en la piel de algún arquetipo femenino que nos haya inspirado, porque es algo muy terapéutico, es una forma de acceder a ese poder personal que han tenido aquellas mujeres que han dejado huella en la humanidad. Jorge Carrigan el escritor y dramaturgo, me dijo algo hermoso a propósito de mi caracterización de Frida Kalho “Puede que dentro de doscientos años haya una Noche de la Poesía Erótica y alguna chica llegue vestida de Luz Dary Jiménez” Y cuando le respondí que les será difícil saber como era Luz Dary Jiménez por cuanto no me identifico con ningún atuendo en especial, me respondió “Bueno, puede que encuentren una foto tuya vestida de Frida y se vistan así...pero es posible que no sepan quién fue Frida sino sólo sepan de ti”. Y pienso que si vestirse de mí en el futuro habrá contribuido a que alguien se reúna con su poder interior habrá valido la pena.
Estar en la piel de Frida por unas horas me recordó que la belleza es una actitud, que uno decide ser admirada imponiendo el verdadero yo que uno es, no la fachada que los sentidos de los demás ven, estoy segura que lo que hacía a Frida tan atractiva era su fuerza, su poder y su determinación para que un lecho de enferma no la confinara al anonimato ni a ser menos de lo que había venido a ser. Pienso que las mujeres deberíamos eventualmente meternos en la piel de algún arquetipo femenino que nos haya inspirado, porque es algo muy terapéutico, es una forma de acceder a ese poder personal que han tenido aquellas mujeres que han dejado huella en la humanidad. Jorge Carrigan el escritor y dramaturgo, me dijo algo hermoso a propósito de mi caracterización de Frida Kalho “Puede que dentro de doscientos años haya una Noche de la Poesía Erótica y alguna chica llegue vestida de Luz Dary Jiménez” Y cuando le respondí que les será difícil saber como era Luz Dary Jiménez por cuanto no me identifico con ningún atuendo en especial, me respondió “Bueno, puede que encuentren una foto tuya vestida de Frida y se vistan así...pero es posible que no sepan quién fue Frida sino sólo sepan de ti”. Y pienso que si vestirse de mí en el futuro habrá contribuido a que alguien se reúna con su poder interior habrá valido la pena.
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