LAS NORMAS SOCIALES DE LA DIVORCIADA.
A un amigo mío le interrogaron sobre el motivo de mi separación, y él respondió que me había separado porque mi ex me pegaba, cuando le pregunté porque había dicho algo que no era cierto, me dijo que pensaba que para la mayoría de la gente es más simple asimilar ese tipo de respuestas que la verdadera, entonces me pareció no sólo muy chistoso sino de una practicidad increíble.
En estos días me acordé de él porque me vi en aprietos
para explicarle a alguien la relación que tengo actualmente con mi ex, cuando respondí
a todas sus preguntas acerca de como se encuentra mi ex en estos momentos, me
preguntó si habíamos retomado el matrimonio, cuando le dije que no, me dijo que
juzgar por la interacción tan amistosa que seguía teniendo con él
parecíamos novios, cuando le dije que
simplemente somos buenos amigos, me dio un largo sermón porque no me estaba
comportando como una mujer abandonada, con el debido resentimiento y
distanciamiento al que estamos supuestas las mujeres divorciadas, y cuestionó
el porque entonces nos habíamos casado para separarnos y luego seguir por la
vida como si nada, el personaje estaba tan indignado que mientras hablaba me
dejaba la sensación que lo normal era que yo estuviera cargada de rencor, expresándome
mal de mi ex, con ciertas fantasías de venganza, y sobre todo bebiendo, dejando
de dormir y lo más amargada posible sólo para sustentar que terminar un
matrimonio es lo peor que le puede pasar a una pareja. Cuando me dejó un
espacio para hablar le dije que mis creencias respecto al matrimonio de hecho
eran otras, pero no pude exponerlas porque el personaje no dejaba de cuestionar
el hecho de haber utilizado el santo matrimonio si mis creencias eran otras,
porque entonces no la unión libre etc. Le permití que me sermoneara todo el
tiempo que necesitara para desahogarse, al final pude exponer la única razón que
él no había querido escuchar por estarme juzgando y que le hizo sentir que había
perdido su tiempo y energía sermoneándome porque es que mi ex y yo nunca nos
casamos bajo ninguna religión, que era el punto que este personaje estaba
debatiendo.
Ese día me acordé de mi amigo, y pensé que hubiera sido
más sencillo si cuando me preguntó como estaba mi ex, le hubiera respondido que
no lo sabía, pero que había contratado un malandrín para que le diera una
golpiza, y seguramente que su moral religiosa hubiera quedado más satisfecha, después
de todo es lo menos que se puede esperar de una mujer despechada, porque uno
está supuesto a quedar despechado, de lo contrario eso es anormal, atípico, no
encaja, o simplemente uno no amaba como se debe amar (en palabras del susodicho)
Todavía sigo siendo muy buena amiga de mi ex a menos de 6 meses de nuestra separación, todavía no he tenido deseos de venganza, ni deseos de aniquilar a la mujer o mujeres con quienes se acuesta, todavía me preocupan sus asuntos, no para solucionárselos, sino para enviarle mis mejores deseos, todavía disfruto una conversación con él, todavía pienso que el universo está actuando a nuestro favor mediante un divorcio aunque la gente piense que eso es el fin del mundo, todavía pienso que tenemos derecho a cambiar de opinión y abandonar un compromiso, todavía pienso que los compromisos no son para toda la vida sino que se renuevan en el día a día y que por lo tanto no tengo nada que reclamar, todavía celebro que otras parejas estén juntas para toda la vida y ese hecho no me amarga por no haberlo conseguido, pero les aseguro que el día que alguna de estas cosas cambie, tendré el valor no sólo de aceptarlo sino de compartirlo con ustedes, mientras tanto por favor permítanme disfrutarme al máximo este divorcio tanto como me disfruté el matrimonio.
Todavía sigo siendo muy buena amiga de mi ex a menos de 6 meses de nuestra separación, todavía no he tenido deseos de venganza, ni deseos de aniquilar a la mujer o mujeres con quienes se acuesta, todavía me preocupan sus asuntos, no para solucionárselos, sino para enviarle mis mejores deseos, todavía disfruto una conversación con él, todavía pienso que el universo está actuando a nuestro favor mediante un divorcio aunque la gente piense que eso es el fin del mundo, todavía pienso que tenemos derecho a cambiar de opinión y abandonar un compromiso, todavía pienso que los compromisos no son para toda la vida sino que se renuevan en el día a día y que por lo tanto no tengo nada que reclamar, todavía celebro que otras parejas estén juntas para toda la vida y ese hecho no me amarga por no haberlo conseguido, pero les aseguro que el día que alguna de estas cosas cambie, tendré el valor no sólo de aceptarlo sino de compartirlo con ustedes, mientras tanto por favor permítanme disfrutarme al máximo este divorcio tanto como me disfruté el matrimonio.
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