WHATEVER
Confieso que me cuesta salir de mis amistades, por eso la
mayoría de las veces son ellas quienes salen de mí, pero estoy conciente que al
igual que todo en esta vida la amistad también es perecedera, sujeta a cambios,
que estamos en la vida de los amigos durante ciclos donde ambos aprendemos y
que aunque no queramos, la amistad se va sumergiendo en una especie de limbo
hasta que pasa algo que rompe el lazo y la amistad pasa a otro ciclo con nuevos
protagonistas.
En estos días salí de un amigo, al que siempre he querido
y admirado mucho, lo conocí hace mas de veinte años, y siempre estuve conciente de sus
problemas para socializar y de otros tantos problemas que tiene, pero él es un
hombre brillante, uno de los tres hombres más brillantes que he conocido en mi
vida, habla varios idiomas, tiene un par de profesiones, tiene una cultura
general envidiable, puede sostener cualquier conversación sobre cualquier tema y, como si fuera poco, es guapo. Intuyo que él no sabe todo esto de él mismo, y
que esa es la razón por la que no ha hecho con su vida las cosas que él siempre
ha querido hacer, en una parte de él, reside una nostalgia enorme por lo que
pudo haber sido su vida y que no lo ha sido hasta ahora, se las ve duras para
sobrevivir a veces, o al menos de eso se queja con frecuencia, en conclusión el
dinero le es arisco, aunque se que nada le gusta más que el dinero y las
mujeres.
Él es huraño, no gusta socializar con todo el mundo y
tiene a las personas divididas en categorías de quienes son dignas e indignas
de socializar con él, y personalmente pienso que ese es el meollo del asunto,
que está muy cerrado al mundo, a la gente y por lo tanto a las oportunidades,
uno tiene que estar con los brazos abiertos a todo y a todos, si quiere abrazar
al menos una décima parte de la abundancia del mundo, eso me lo dijo alguien
que tiene mucho dinero a quién conozco. Aunque habíamos
tenido algunos roces en el pasado, yo siempre dejé pasar esos roces, porque me
gustaba su talento y porque siento (aún ahora) mucha admiración por el ser
humano que hay detrás de la armadura que él mismo se ha construido para
protegerse no sé de quien. Pero hace un tiempo noté que lo estaba tratando con
guantes de oro, como diría mi madre, por temor a que explotara en un ataque de
intolerancia conmigo, muchas veces opinaba en su muro de facebook y él borraba
mis comentarios, o respondía de manera hostil, y yo me quedaba sintiendo que
nada de lo que yo hiciera o dijera era suficiente. Que mis deseos por convencerlo de la mina
de oro que tiene encerrada dentro de sí y que no quiere explotar, eran completamente estériles. Así fue como
un día en una interacción con él, me respondió “whatever” y esa palabra si fue
el detonante, no por el significado literal, sino por la connotación que tenía
en la conversación y la intención con que lo dijo, ese día sentí que esa era su
manera de decirme que mi amistad le vale huevo, y que la única que estaba protegiéndola
era yo, que nuestros ciclos se habían cumplido y, que no tenía nada que hacer en
su vida porque es que la falta de respeto es la señal inequívoca de que no hay interacción
posible entre dos personas.
Lo dejé ir de mi vida y borré toda la información que me
conduce hasta él con todo mi amor, como se despiden a los amigos a los que hay
tanto que agradecerles, como se despide a quien lo acompañó a uno por un ciclo
largo y quien fue tan hermoso conmigo en muchos momentos, con esos buenos
recuerdos me quedo, y lo dejé ir porque soy una cobarde que no quería empezar
una colección de malos momentos.
Dos dias después me escribió:
Los amigos son ángeles que nos prestan sus alas cuando las nuestras se fracturan, a veces ese préstamo puede ser sólo por minutos, hasta por segundos, porque un segundo en compañía de un amigo lo puede cambiar todo.
Él:
Simple curiosidad. A que se debe que hayas partido de mi Facebook?
Yo: Empecé a sentir que no te gustaba la yo misma que soy, que te sentías
vulnerado con algunos de mis comentarios y los borrabas, así que partí antes de
que nuestra amistad se convirtiera en mal recuerdo, prefiero conservar los
maravillosos recuerdos que tengo de ti y la admiración que siempre te he
profesado.
ÉL: I'll miss
you. Amén. Siempre
estaré a tu disposición por inbox/email/whatever. Live long and prosper!
Los amigos son ángeles que nos prestan sus alas cuando las nuestras se fracturan, a veces ese préstamo puede ser sólo por minutos, hasta por segundos, porque un segundo en compañía de un amigo lo puede cambiar todo.
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