FUNERAL ROJO.
Confieso sin menguar modestia que me he sentido muy amada en este planeta,
tanto sentimentalmente como cósmicamente, si alguna conducta mía denota
carencias afectivas, debe ser por aquello de que los seres humanos somos
insaciables e inconformes, y debe estar confinado en mi inconsciente porque
conscientemente me he sentido muy amada, y como he
comprendido que todo en esta experiencia humana es prestado no he sentido la
necesidad de hacerle prometer a nadie amor eterno, “para siempre” es demasiado
tiempo, y yo he sido y soy feliz por el tiempo que duran los sentimientos que
la gente ha tenido por mí. Por eso no espero que el día que yo me marche de
este plano la gente se vuelque a demostrarme el afecto que entre otras cosas se
les dificultó darme en vida, no espero remordimientos tardíos, ni flores en una
tumba que sólo contiene el cascaron de ésta conciencia que sólo quiere ser
libre para volar en la búsqueda de una nueva experiencia humana. No me gusta el
color negro más que para un traje de noche elegante, así que el lazo de color
negro, no se les ocurra ponerlo en el perfil de “frickbook” así es como creo
que se llamará la red social del futuro, dentro de 50 años que es cuando tengo
planeado marcharme.
A cambio quiero mucho color, como en vida, mucho derroche de rojos, de
fucsias, amarillos y verdes, los colores de la alegría, porque seguramente estaré
celebrando haber tenido una existencia tan alegre y feliz, estoy segura que en
ese nivel de conciencia mi ego se habrá disuelto y no estará beneficiado con
esa terrenal expresión de amor mediante el dolor, que ni siquiera en este nivel
de conciencia actual consigo comprender y que no me satisface. Nadie llora
cuando se cambia de ropa, y la muerte para mi es eso, el alma cambiando de
traje porque este ya se le arrugó o se le destiñó de tantas lavadas.
Quiero que hagan lo que mejor saben hacer sin hipocresía, cantar, reír,
bailar, jugar y chismosear, que se permitan ser ustedes mismos y que si
derraman lágrimas sean de risa no de dolor, a menos que estén llorando porque
les estoy recordando su propia mortalidad, lo cual comprendería.
Las flores les pido que se las entreguen a la persona que más les atraigan
sexualmente en el funeral, no tienen que ser personas del sexo opuesto, si van
a bailar háganlo con la música a volumen moderado, recuerden que en esta encarnación
no disfruto la música a volumen alto. Lleven todas las fotos que tengan de mi,
editadas o no editadas, y hagan de esa celebración un momento para recordarme
al mejor estilo que cada uno disponga.
Los demás detalles son de conocimiento familiar, pero no deben olvidar que
si por algún motivo no tienen dinero para deshacerse de este cuerpecito, dónenlo
completo, siempre y cuando esté en buenas condiciones, seguramente hay más de
una persona que quisiera cuando menos tener algo de mis neuronas o de mi
componente genético. Y la piel que quede sobrando, esa métanla en cualquier
hueco, que esta piel de placer ya ha tenido y tendrá bastante.
Comentarios
Creo que cuando alguien desencarna debemos reflexionar sobre sus faltas para no repetirlas, en vez de tanto elogio al que se marcha pues si las escuchamos quiere decir que "aún tenemos tiempo de corregir".
Para mi el color negro siempre ha significado elegancia y no tristeza.
Abrazos superpositivos,
Mirta
M irta