FLOR DE LOTO


Esta semana me escribió una carta una lectora muy especial, lo que la hace especial es que a pesar de ser una de aquellas mujeres de las que hablo en mis artículos que cumplen con todos los requisitos de belleza ficticia, su carta tiene un contenido completamente inesperado para mí.

Ella es una ex muñeca de la mafia colombiana y asegura que mis artículos han influido positivamente en ella, porque perdió el miedo a ser diferente, que le he enseñado a ser valiosa por lo que ella es, no por lo que su imagen proyecta. “Toda mi vida fui diferente de mis amigas, me gusta leer, jamás veo televisión, me gusta escribir, me gusta el teatro. Pero en Cali la sociedad es otra, así que traté de encajar durante 30 años. Cuando empecé a leerte me identifiqué contigo, luego te envié solicitud de amistad en facebook y ahora estamos hablando. Pertenezco a la generación de las muñecas de la mafia, es más fui una de ellas, conozco desde adentro lo que se siente vivir así. Pertenezco a la generación de la silicona, las extensiones de cabello, lentes de contacto, todo esto por esconder realmente quienes somos.

Algunas amigas y yo misma, nos dejamos deslumbrar por el dinero, las fiestas, la ropa, las marcas, y para conseguirlo adornamos nuestro cuerpo con prótesis y lo esculpimos con cánula para atraer a un hombre de esos que podía darnos esa vida. Cuando logré conseguirlo entonces vi como mis sueños quedaban en la basura, como mi espíritu se volvía pequeño y no me di cuenta cuando me perdí a mi misma, vi como las personas a mi alrededor se desmoronaban con drogas, como todos nos reuníamos sin el brillo del amor y la paz en la mirada, como solo valoraban a las mujeres por su físico y buscaban alguien mas bonita y perfecta y como entre más adornaba mi cuerpo más perdía el control de mis sentimientos. Hasta que un día al borde de un precipicio emocional salté y abandoné todo, porque me daba más miedo convertirme en los espejos que las otras mujeres en mi situación me mostraban”

Hacía apenas un par de semanas que ella me había escrito una primera carta pidiéndome que no dejara de publicar en mi blog, cuando pensé en dejarlo, y ahora ella me contactaba para compartirme el proceso en que se haya inmersa. Después de su carta decidí hablar con ella, y su historia me inspiró el título para este artículo, Flor de loto,  porque su historia me hace pensar en ella como una flor de loto, que a pesar de que floreció en el pantano, no ha permitido que su verdadera belleza y fragancia sea perecedera porque salió al rescate de su verdadera esencia. Según ella, las muñecas de la mafia deben estar en el rango de edad entre 16 y 20 años, después de eso la muñeca cumplió su función y es reemplazada por otra de preferencia con más belleza, las muñecas de la mafia son ancianas a los 30 años, algunas porque están en desuso sexual para el agrado de ellos, otras porque literalmente lo están a manos de la droga que consumieron en su época “dorada”. Pero lo que hace más triste la historia de las muñeca de la mafia es el exilio afectivo al que son confinadas, porque para poder rehacer su vida sentimental, tienen que abandonar el lugar donde su historia es conocida por todos; y empezar de cero, proteger su identidad porque los hombres de su ciudad las ven despectivamente, o como ella me dice “los sobrados de la mafia”.



Y es que podríamos decir que la mafia ha perdido cierta “clase” si es que se puede decir que alguna vez la tuvieron, pero lo cierto es que los primeros mafiosos de Colombia, los de la década de los ochentas, eran mafiosos de buen gusto femenino, se adornaban con mujeres reales, reinas de belleza auténticas sin cirugías y sin retoques, cuando ellos fueron arrestados, fueron sus testaferros, los mismos que hacían los trabajos sucios para ellos, los que popularizaron este esquema de belleza tan exigente, allí nació la idea de traficar sexo por cirugías estéticas, de construir muñecas en el quirófano para ellos adornarse con ellas. Buscaban estudiantes a la salida del colegio para proponerles el negocio redondo, y una chica de 16 años a la que se le aparece un falso príncipe azul a ofrecerle la belleza perfecta en plena crisis de identidad es como si se ganara la lotería, convirtiéndose esto en el sueño de una penosa mayoría. De allí nacieron las muñecas de la mafia. El resto ya se sabe, el rol que las familias cumplieron en esa época, estaba entre la falsa moral y la oposición total, pero las series que han documentado este problema sociológico en Colombia han dado muestras de que muchas madres de familia ante la crisis económica fingían no saber lo que pasaba con sus hijas porque  ellas representaban la solución a sus problemas financieros, de esa manera muchas muñecas de la mafia asumieron el rol de proveedoras del hogar a falta de un padre que lo hiciera.

Flor está en un hermoso proceso de transformación, retirando poco a poco las capas de falsa belleza que la están conduciendo a su verdadera belleza. Pero lo que más admiración me causa en esta historia es que mientras la mayoría de las mujeres se molestan por el contenido de mis artículos y los consideran una crítica negativa o un juicio de valor prefiriendo culparme de envidiosa, una mujer que tiene más motivos que las demás para molestarse, porque es posible que sea la que más reflejada se vea en mis artículos, decide no romper ese espejo y verse como es y trabajar en ello; y aunque la cifra de mujeres que hagan eso sea imperceptible, eso no sólo es esperanzador sino que la convierte en una mujer con fuego interior.

Aunque me había dicho a mí misma que no trataría más este tema, asumo esta carta y otra que recibí recientemente igual de alentadora, como señales de que el universo me está apoyando en mi verdadera intención a favor de la mujer natural, que no es criticarlas ni ridiculizarlas, aunque admito que rayo en ello con mi estilo literario, sino tocar el corazón de las mujeres para que  tengan mayor sentido de valoración por su cuerpo y por ellas mismas. Y ya veo que si se puede!


Comentarios

Patricia Maradei ha dicho que…
Como siempre magistral tu escrito.
Me encanta tu estilo... es que no se puede seguir ocultando lo que la doble moral de la sociedad prefiere callar como si fuera fácil ocultar el detrimento en el que ha caído la mujer y con ella la sociedad entera.
Al leer tu articulo lo uní enseguida a mis experiencias como Terapeuta... he sentido muy de cerca el dolor que encierran esas mujeres que un día se dejaron conquistar por el dinero y realmente es devastador... viven bajo el miedo y la desvaloración permanente. Algunas no pueden ya huir. No todas tienen la suerte de Flor de Loto, de percibir la salida a través de comprenderse y "perdonarse" a ellas mismas por haber preferidos ser muñecas que mujeres de carne y hueso, normales, hermosas naturalmente y por haber corrido tras un espejismo que tarde o temprano caería por su propio peso, como cae todo lo falso.
De nuevo, felicitaciones, no dejes de escribir nunca!. Un abrazo, Patricia Maradei

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