LA COCINA SOCIAL.

Dicen que los amigos abundan cuando uno está en las buenas, pero en mi caso no es así, en este momento en que presento mi monólogo puedo decir que he estado más rodeada de desconocidos que de aquellos que me conocen, llámese amigos o familia, y al respecto justo anoche que celebrábamos el día de la mujer en EL BAR me preguntaba una persona porque seguía invitando a otra que estaba allí si siempre me dejaba “colgada de la brocha” es decir que suele ser muy incumplida. Le dije que me gusta tener de todo en mi menú. La gente es como la comida, por ejemplo a veces el que tiene la apariencia más agria solo es cuestión de saber como saborear su presencia. Recuerdo cuando conocí el queso roquefort y el blue, me parecían que estaban podridos, su olor no me simpatizó y menos su apariencia, cuando lo probé me pareció amargo y desagradable, después aprendí a comerlo con un vino compatible y se convirtió en uno de mis banquetes favoritos, lo mismo pasa con la gente, a veces es solo cuestión de saber con que vino acompañarlos y pueden ser una compañía exquisita. Por supuesto no puedo contar con queso roquefort todos los días en mi menú, pero cuando este queso viene de visita a mi cocina puedo hacer no sólo recetas deliciosas con él, sino saborearlo con un buen vino como compañía mientras cocino, de la misma manera que lo hago con la gente queso roquefort.

También están aquellos que contrario a este tipo de quesos, son alimentos llamativos que uno quisiera tener en su menú a diario, pero que tienen que ser importados y por eso no están siempre en nuestra mesa, como mis amigos Marie Luise (de Suiza) y Henry (de Alemania) que las veces que sus horarios de viajes coinciden con algún evento mío están ahí para escucharme pese a que el español es su tercera lengua.

Hay personas que son como los ingredientes básicos de mi menú, es decir que no pueden faltar en toda cocina y que son aquellos que siempre están presentes en la vida de uno, yo puedo contar en el ámbito literario con un ingrediente incondicional que es mi amigo Jorge Gallego, siempre tan generoso con su tiempo, y sobre todo tan receptivo a mis escritos, realmente los disfruta, también esta en este menú mi amiga Dora Piedrahita. En el ámbito social y familiar en mi menú están mi concuñada Clemencia que está pendiente de los eventos y me premia no sólo con su compañía sino con la de toda su familia, al igual que mi amiga Eunice que llegó al punto de pagar dos veces la entrada para ver mi monólogo.

Con nuestros amigos Marie Luise y Henry


Cada elemento de mi menú social me aporta diferentes nutrientes y vitaminas, están los que me dan vitamina A autoestima, los que me dan vitamina PP que me llenan de poder personal, los que me aportan vitamina M es decir motivación, los que me dan un poco de vitamina E que acarician mi ego, los que como mis amigos Marie Luise y Henry me dan vitamina I es decir inspiración, están los que me dan vitamina C que no me gusta mucho pero que es necesaria, que son los que me confrontan, los amigos que están en la categoría de quesos roquefort y blue me aportan este tipo de vitamina; y por último están los que me aportan vitamina T es decir tolerancia, son los amigos pimienta que uno a veces quiere botar porque tienen el poder de hacernos estornudar aunque sabemos que le dan un exquisito sabor a los alimentos.

Estoy convencida que los amigos no faltan a mis eventos, solo dejan un vacío para ser llenado por nuevas y maravillosas personas. En estos días he conocido gente nueva que resuena en la misma vibración energética mía, que son ingredientes nuevos para mi menú, ingredientes exóticos que no imagine jamás tener en mi cocina social, cuando los estoy degustando pienso que me gustaría compartir este menú con mis ingredientes ausentes pero al mismo tiempo me digo “mujer no hay cama pa’ tanta gente”.

En este menú he conocido muchos actores de la televisión que ya son tan familiares que cuando uno los ve en persona tiene el impulso de abrazarlos porque tras años de dejarlos entrar a nuestros hogares en la pequeña cajita mágica llamada televisión uno se cree amigo de ellos, y el factor sorpresa es que se dejan abrazar que gozan de una calidez muy grande, que miran las fotos que se acaban de tomar con uno para cerciorarse que la foto sea de la satisfacción de uno o sino para repetirla.

Así que como mi monólogo se sigue presentando este fin de semana en Artspoken performing arts center sigo y seguiré esperando que los ingredientes de mi cocina social de los que hace rato no disfruto me den el placer de saborear un poco su compañía.

Mi esposo con Rosalinda Rodriguez

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Estoy seguro que desde la distancia soy uno de esos ingredientes con los que en ocasiones das un sabor especial a tus comidas, aunque esté por alla en un tarro descolorido y con tapa roida los clavos o la canela siempre cambian el sabor de los alimentos, ya que solitos son como fuertes........con mucho amor y alegría por ti, el fotografo
Anónimo ha dicho que…
Y a mi que? que me coma el tigre?

jejeje

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