CONECTANDO CON MIS RAICES.

La diversidad de gente que me rodea se hace evidente durante mi cumpleaños, paso casi tres semanas asistiendo a festejos que me hacen los seres que amo y que me aman. Hace unos  años hice un esfuerzo enorme por reunir a todos mis amigos y familiares  en una sola fiesta donde pudiera disfrutarlos a todos, entre otras cosas porque sentía curiosidad de verme a mi misma reflejada en mis seres queridos. Pero mi intento no fue exitoso.

Esto me hace reflexionar en las relaciones que establecemos con otros. Algunas personas se relacionan sólo con personas que son afines bien sea cultural, laboral o socialmente, otras personas se mantienen al margen de las relaciones interpersonales porque han desarrollado una desconfianza patológica de todo ser humano que no lleve su misma sangre, otras personas se relacionan sólo con aquellos que hacen méritos suficientes para ganarse su compañía, hay otras que nos relacionamos con todos los que más podemos y que con facilidad llámanos amigo a quien nos brinda un poco de atención o a quien comparte con nosotros algún espacio que frecuentamos mucho.

Estas divisiones quedan expuestas a la hora de invitar a mis amistades a mi cumpleaños, muchos no asisten porque van otros, así parece que la mejor opción sigue siendo dejar fluir la situación, y permitir que cada cual me celebre a su manera, y esto me trae muchas ventajas: paso mucho tiempo celebrando, apagando velas, comiendo platos exquisitos, volviendo a ver personas que hace mucho no veía, recibiendo demostraciones de afecto representadas en regalos, observando en las fauces de cada uno lo que tienen no sólo para darme sino lo que tienen como patrimonio personal.

Este año llevo dos semanas celebrando, he apagado velas en 4 pasteles y aún tengo invitaciones para dos semanas más, el día de mi cumpleaños quise estar sola y celebrarme a mi misma a mi estilo, mi teléfono apenas si sonó algunas veces y recordé cuando mi teléfono no paraba de sonar desde que amanecía hasta la última hora del día, ahora todo se hace a través de las redes sociales, mi Facebook estuvo colapsado durante una hora por la cantidad de mensajes que tenía de felicitación, recibí mensajes de mucha gente que no conozco físicamente y me agrada conservar esa capacidad de asombro que tengo frente a este tipo de cosas, algunas personas se refieren despectivamente al hecho de que la gente se acuerde de nuestro cumpleaños porque Facebook se los recuerda, como si el hecho de que se les recordara perdiera el mérito que tiene, yo lo veo de otra forma, mucha gente que conozco físicamente y que no tengo duda de su afecto, olvidan mi cumpleaños, en medio de la vida agitada que llevan una mayoría, por lo que estoy agradecida que haya una forma de que se les recuerde, porque personalmente disfruto intensamente ser el centro de atención una vez al año.



Siendo una niña durante mucho tiempo mi madre dejó de celebrar mi cumpleaños, yo nunca lo resentí, porque eran épocas en donde las dos le librábamos arduas batallas a la supervivencia material, así que los cumpleaños eran una especie de lujo que no podíamos darnos, pero una vez llegó de Estados Unidos mi tía Ángela y me compró un vestido rojo,  una torta fría de fresas, me cantaron el feliz cumpleaños y me lo celebraron, y ese día fui muy feliz, mi tía Ángela marcó su existencia en mi vida con ese momento, y desde entonces yo misma me procuré mi propia celebración aunque nadie más lo hiciera.

Desde que vivo en USA mis primas Janette y Zoe (hijas de mi tía Ángela) suelen viajar y pasar el fin de semana más cercano a mi cumpleaños para celebrármelo a su manera, ellas son la conexión más grande que conservo con mi familia paterna y son las que me han inspirado con su profundo amor a reconquistar ese lazo afectivo con el resto de mi familia paterna. Facebook lo está haciendo posible, construí un grupo con nuestros apellidos donde poco a poco están llegando todos y estamos algunos re-conociéndonos, y otros tantos conociéndonos pues son muchos de los que no sabía de su existencia.

Este ha sido el regalo que me he hecho a mi misma este año, conectar con parte de mis raíces, tender puentes con ellos. Una de las primas no aceptó la solicitud de amistad cuando se la hice hace unos meses, no estoy molesta con ella por eso, me interesa conquistarla para que se integre al grupo, no tiene que intimar conmigo sino se siente cómoda, guardo la esperanza que el grupo consiga cautivarla y ser parte del mismo.

Este cumpleaños me ha alcanzado más integrada con el mundo y con la gente que hay en él, más tolerante con nuestras diferencias y con una enorme comprensión del porque de esas diferencias, he descubierto que en la medida en que me siento cómoda en mi propia piel, me siento cómoda compartiendo con personas diferentes a mí, que ya no busco tanto la afinidad en la amistad, me interesa mas estar abierta a conocer diferentes seres humanos porque me parece que es la oportunidad que me da el universo de adquirir más conocimiento,  la vida sería muy aburrida si todas las ciudades fueran iguales a la ciudad en la que vivo, así mismo es la gente, que sean diferentes a mí, activa en mi la capacidad de asombro y de valoración por la diversidad cultural de la que podemos disfrutar más ahora que tenemos acceso a conocer tanta gente.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
No se que mas puedo decir al respecto, me alegra tanto que estes disfrutando de esta manera tan intensa y tan plena tu vida y todo lo que ella trae consigo, que sigas celebrando más y más, un abrazo, el fotografo

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