CAR-TICIPANDO EN EL CAMBIO
Desde que llegué a esta país mi esposo y yo hemos compartido un solo auto, cuando los dos hemos tenido trabajo, ha sido menos cómodo compartirlo, pero en cambio hemos encontrado en ello grandes ganancias, compartimos más tiempo juntos mientras lo dejo en su trabajo y lo recojo, en ese tiempo reflexionamos sobre lo que nos pasó durante el día, o sobre algún tema que esté de moda en nuestra familia, organizo y zonifico las diligencias de la semana para no tener que usar el auto todos los días. reducimos muchos gastos con un solo auto y de paso hacemos una contribución significativa al planeta, un carro menos que contaminará el medio ambiente.
Cuando mi hija llego a este país hace cuatro años fuimos tres personas compartiendo un solo auto, la mayoría de nuestros conocidos se asombraban y no aportaban comentarios muy positivos, la premisa general en este país es que sin auto, y sin inglés no somos nadie, mas tarde nos dicen que sin hipoteca tampoco y que sin crédito menos, y con el paso de los años comprendemos que de todas maneras no somos nadie porque en medio del estrés que nos generan las deudas, cuesta trabajo encontrarse a si mismo.
Nosotros no somos por supuesto un ejemplo a seguir por alguien que este empeñado en el sueño americano, pero estamos aprendiendo mucho sobre el tema.
Ayer que era el día de ahorrar en transporte, por supuesto no me costo ningún trabajo hacerlo, y para cumplir mi meta en este aspecto, siempre tengo a mi ángel que es mi amiga Carol, una americana que conocí en el gimnasio y que pese a que no vive en mi vecindario es capaz de desviar su ruta para compartir su auto conmigo. Cuando estuve enferma me llevaba a las citas médicas y a comprar el mercado, su lujoso convertible del año se convirtió en un medio de transporte masivo, pues he visto que ella no hace ésto solo por mi, sino por muchas personas más, a veces tengo la sensación que la agenda de Carol gira alrededor del servicio que pueda brindar a otros.
Opciones como caminar un par de millas para llegar al downtown de mi ciudad también son bienvenidas para mi, representan además la oportunidad de ejercitarme. Pero lo que más me ha deslumbrado es encontrarme con muchas comunidades que están no solo poniendo en practica alternativas de transporte sino que las tienen a disposición del público como carsharing que ofrece compartir autos con múltiples opciones para cada necesidad, carticipate, personas que anuncian mediante su Iphone sus rutas de viaje para compartir con otros su vehículo, y simpleliving que educa a la gente sobre como vivir bien sin auto.
Los medios están, la pregunta es si la población está consciente de la importancia de usar estos medios, mucha gente que conozco (mas de la que yo quisiera) miran estas alternativas como medios que solo usarían los mártires del nuevo milenio, y nadie quiere ser un mártir, compartir es uno de los retos que más nos cuesta ejercitar y pensar en otros también, aunque esos otros sean nuestras futuras generaciones.
Reflexionando en éste tema, pienso en todas las voces que se pronuncian dentro de mi, algunas de ellas quieren silenciar a otras, y quieren imponerse, me siento a veces transportando a muchas mujeres dentro de mí, cuando me hago consciente de la cantidad de combustible que uso para transportarlas, y como me deja de exhausta este consumo y la radiación mental que ese consumo de combustible genera en mi, pienso en el planeta y es inevitable compactarme con él y sentir el mismo dolor que enfrenta la tierra ante la inconsciencia nuestra.
Cuando mi hija llego a este país hace cuatro años fuimos tres personas compartiendo un solo auto, la mayoría de nuestros conocidos se asombraban y no aportaban comentarios muy positivos, la premisa general en este país es que sin auto, y sin inglés no somos nadie, mas tarde nos dicen que sin hipoteca tampoco y que sin crédito menos, y con el paso de los años comprendemos que de todas maneras no somos nadie porque en medio del estrés que nos generan las deudas, cuesta trabajo encontrarse a si mismo.
Nosotros no somos por supuesto un ejemplo a seguir por alguien que este empeñado en el sueño americano, pero estamos aprendiendo mucho sobre el tema.
Ayer que era el día de ahorrar en transporte, por supuesto no me costo ningún trabajo hacerlo, y para cumplir mi meta en este aspecto, siempre tengo a mi ángel que es mi amiga Carol, una americana que conocí en el gimnasio y que pese a que no vive en mi vecindario es capaz de desviar su ruta para compartir su auto conmigo. Cuando estuve enferma me llevaba a las citas médicas y a comprar el mercado, su lujoso convertible del año se convirtió en un medio de transporte masivo, pues he visto que ella no hace ésto solo por mi, sino por muchas personas más, a veces tengo la sensación que la agenda de Carol gira alrededor del servicio que pueda brindar a otros.
Los medios están, la pregunta es si la población está consciente de la importancia de usar estos medios, mucha gente que conozco (mas de la que yo quisiera) miran estas alternativas como medios que solo usarían los mártires del nuevo milenio, y nadie quiere ser un mártir, compartir es uno de los retos que más nos cuesta ejercitar y pensar en otros también, aunque esos otros sean nuestras futuras generaciones.
Reflexionando en éste tema, pienso en todas las voces que se pronuncian dentro de mi, algunas de ellas quieren silenciar a otras, y quieren imponerse, me siento a veces transportando a muchas mujeres dentro de mí, cuando me hago consciente de la cantidad de combustible que uso para transportarlas, y como me deja de exhausta este consumo y la radiación mental que ese consumo de combustible genera en mi, pienso en el planeta y es inevitable compactarme con él y sentir el mismo dolor que enfrenta la tierra ante la inconsciencia nuestra.
Comentarios
Esta muy bien escrito, merece ser publicado en un periodico de circulacion nacional.
Muy bueno tu articulo, poca gente actua como tu, por lo cual te felicito, y me hace sentirme orgullosa de que estes en mi circulo familiar.
será un placer incluirte en mi base de datos.
Mil gracias por leerme