EL MACHO ALFA Y BETA.
Es difícil encontrar un machista que admita que lo es, creo que he conocido
uno que lo hace, y lo más curioso es que la vehemencia con que un hombre se
defiende de no ser machista es directamente proporcional con el hecho de que lo
es. Pero ¿Qué es machismo? Se supone que es
el conjunto de conductas que asume un hombre porque piensa que eso
resaltara más su condición de macho; y ser macho es un término que
denota al sexo
que produce espermatozoides o polen, un ser vivo (animal o vegetal)
que posee órganos reproductivos masculinos.
Esto desvirtúa el prejuicio que tienen los heterosexuales cuando afirman que un
hombre homosexual es poco macho.
Dice Wikipedia que la masculinidad de un macho es un conjunto de actitudes de parte del género macho que resaltan sus cualidades viriles como macho semental o macho dominante frente a otro. En la cultura humana, la masculinidad es el reflejo de la actividad hormonal que genera actitudes y cualidades viriles secundarias que no dejan lugar a dudas sobre la definición del género. Estas señales tienen la aceptación de la hembra que busca ser receptora del legado genético del macho.
Las cualidades más destacadas del macho en nuestra sociedad que apoyan este postulado de Wikipedia van desde poseer mucha fuerza física, buen estado físico, seguridad en sí mismos, ser responsables y tener buen desempeño social entre las hembras. Aunque no podemos esperar que todos los hombres del planeta sean dueños de estas cualidades, ya que algunos machos son alfa (dominante) y otros son beta (subordinado) por lo que resulta muy gracioso ver a un macho beta proclamando a gritos su rol de macho, desde la comodidad de la silla de la sala que no abandona porque le exige mucho esfuerzo físico llegar el mismo hasta la habitación a recoger las llaves de su auto, por ejemplo. Quizá deberían saber que la pereza no es compatible con los machos alfa, que moverse todo el tiempo es una oportunidad para ejercitar sus músculos y derrochar testosterona.
Un macho alfa no necesita de ninguna
mujer para tener su vida personal y su casa en orden, sabe que su hombría no
depende de cuan servicial puede ser su mujer, sino de cuan fuerte e
independiente es y de cuanta seguridad en si mismo posee. Por eso es bueno
tener claro el tipo de macho que uno tiene como pareja, con esto no descalifico
a los machos beta, que también tienen sus ventajas. El punto es que si tanto
ellos como nosotras tenemos claro quien es el macho alfa y el macho beta en la relación,
eso facilita las cosas, porque puede ser que el macho alfa de la relación sea
la mujer, y el beta el hombre, eso no significa que la relación este condenada
al fracaso, nadie dice que los hombres tienen la obligación de ser machos alfa.
Lo que si puede condenar la relación al fracaso es cerrar los ojos a esa
realidad y vivir esperando que el hombre de la casa sea el macho alfa, cuando en
realidad es beta, porque entonces la mujer siempre estará esperando que su
pareja se comporte como nunca podrá hacerlo, simplemente porque no tiene las
condiciones y los elementos para serlo.
Lo que se pone en juego cuando
desconocemos quien es el alfa y beta de la relación es básicamente la
energía sexual, generalmente el beta es más pasivo, espera recibir más que dar,
se atiene a la energía alfa de su compañero (a) lo grave es que como estos
mecanismos son inconscientes, los roles se pueden marcar de manera tan
significativa que el alfa de la relación termina adoptando el rol del progenitor
del que es beta. Por ejemplo si una mujer es alfa en su relación, con el paso
del tiempo se convertirá en la mamá de su pareja, si el alfa es el hombre
terminará siendo el padre de su pareja, y todos sabemos que entre padres e
hijos es sexo no es posible. La falta de deseo sexual por el compañero a menudo
proviene de que se han marcado demasiado esos roles y lo que es peor, se ha
hecho de manera inconsciente, dejando así que el flujo de la relación adopte
los cambios que son apenas necesarios dadas las condiciones en que la relación
se está dando.
Es por eso que es conveniente revisar
periódicamente cual es nuestro rol en la relación, y examinar el rol de nuestra
pareja, es una práctica que debiera ser tan rutinaria como cambiarle el aceite
al carro. Si nos encontramos desempeñando un rol al pie de la letra donde la
interacción cotidiana empieza a ser familiar y confusa, quizá sea la hora de hacer
cambios en aras de no dejar que la relación cambie de dirección por si misma,
por suerte tenemos ese poder de cambiar la dirección de nuestra relación cuando
queramos, sólo que para eso se necesitan dos, como el tango, si definitivamente
el otro no quiere bailar ese tango, a lo mejor es el momento de cambiar de
ritmo y de pareja.
Comentarios
Sencillamente Excelente!!!
Según el Profesor Robert Sapolsky de la Universidad de Stanford el "Macho" "Alfa" como tal no Existe. Para quienes así se describen o quieren afoptar esa postura, seria bueno que leyeran este su Estudio y du libro The Score, de Faye Flam. Y según el Escritor y Neurocientífico, Dean Burnett en su libro The Guardian.Este comportamiento es solo un pretesto para Recurrir al Bullying.