YO TAMBIÉN QUIERO UN ORGASMO DE VERDAD.
Yo también tengo un sueño, que un día la gente comprenda
que la institución de la pareja como está estipulada socialmente le es muy
conveniente a muchos menos a la pareja. Y es que mientras más parejas conozco y
más estoy en pareja más convencida sigo estando que hay un eslabón perdido al
respecto, que no hemos encontrado, pero que muchos intuimos, y que quienes lo
han encontrado se lo guardan porque no es conveniente, ya que la libertad
siempre nos será dada a cuenta gotas si no nos atrevemos a conquistarla por
nosotros mismos.
Y es que ahora que estoy sin pareja he tenido encuentros
con el sexo opuesto que resultan más que desalentadores aterradores, la mayoría
de los hombres piensan que una mujer sin pareja necesita un hombre en la cama, que
le haga mantenimiento (en palabras de ellos) se les olvida que tenemos la opción
de la masturbación, de la exploración con alguien de nuestro mismo sexo o con
algunas de las opciones marginadas por la sociedad pero que están dentro de las
posibilidades como gays, travestis, transexuales etc. Para la información de
muchos machos, las mujeres solas, no estamos hambrientas de sexo, sólo tenemos
más opciones para elegir en el variado menú, es similar a la comida, cuando no
cocinamos en casa, no quiere decir que por eso comeremos en el primer
restaurante que hay a la mano, tenemos una enorme variedad para elegir.
Y es que en estos días mi amiga Penélope, quien es una
joven y brillante ejecutiva soltera que
está buscando en el mercado un buen postor para compartir sus sueños y su
cuerpo, me contaba de sus experiencias en las que los hombres siempre quieren
terminar no sólo en la cama, sino dentro de ella, aunque la experiencia no lo
amerite; y aunque ella está abierta a compartir su cuerpo con un hombre, pues también
quiere seguir sus propias reglas que no son más que explorar un poco de sexo y
de variantes antes de llegar a la penetración, pero un tipo con quien salió le pidió
a los escasos 15 minutos de juego erótico (¿Porqué no me sorprende?) que lo
dejara penetrarla, ante su negativa su respuesta no se hizo esperar dijo que ella tenía su propio plan para satisfacerse y que lo había
usado, yo le hubiera dicho que mejor se dedicara a dictar cursos sobre técnicas
de coerción sexual ya que su tiempo invertido en ser un buen amante estaba
siendo desperdiciado.
Durante
la conversación con mi amiga, ella lucía un poco desconcertada con la urgencia
que presentan los hombres por encontrar un orificio para introducir su pene y
“terminar” porque de lo contrario quedan “iniciados”, me decía ella que siempre
que sale con un tipo ella se siente muy incómoda, porque ella quiere seguir y explorar, pero
dadas las circunstancias ella siente que ya no tiene opción, que es ceder a
algo que ella no quiere que se de esa forma tan relámpago, o que nadie quiera
tener intimidad con ella. Como Penélope está todavía
muy joven ella venía a pedirme mi opinión, porque incluso llegó a pensar que había
algo malo en ella por no ceder a las peticiones de los pretendientes, ya que el
último con quien salió terminó diciéndole ante su negativa “claro para las
mujeres todo es más fácil, ni se cansan, sólo quieren recibir” lamentablemente
no puedo ser de mucha ayuda en estos casos, y dudo que alguien lo sea, porque
como dijo una lectora mía en estos días, la humanidad lleva miles de años
tratando de solucionar este conflicto entre la urgencia que el hombre tiene por
eyacular y la necesidad que tiene la mujer de que el hombre no tenga esa
urgencia y simplemente juegue con nosotros ante de obtener su “premio”. Lo único
que se me ocurrió decirle a manera jocosa es que podría comprarse una de esas
vaginas de plástico para que cuando el sujeto lo pida pues que termine ahí, al
fin y al cabo y dada la prisa que tienen el lugar donde terminen no parece ser
muy relevante.
Como
este tema no tiene solución, no al menos una que deje satisfecha a las dos
partes, los dejo con estas estadísticas del Dr. Español Jesús Ramos y que publicó
en el 2002 sobre la masturbación femenina, advierto a las lectoras que es
fascinante y al lector que es alarmante “es sabido que más del 84% de las
mujeres solteras, casadas, viudas o separadas practican cotidianamente la
autoestimulación. Más aún, según lo señalado por el autor, también te habrías
enterado que en toda tu vida, cerca del 90% de tus orgasmos los habrás obtenido
por ese medio y sólo un escaso 10% por participación de tu pareja.
¿Da para
pensar verdad?
Comentarios