LOS REGALOS DE USA.

Estoy infinitamente agradecida con este país que me recibió y me adoptó, porque aquí he despertado de sueños que tuve toda mi vida para encontrarme con que soy la protagonista de ellos en la realidad, algo que considero poco probable en mi país natal Colombia. Por ejemplo las oportunidades laborales que he tenido aquí me fueron negadas en mi país, porque carecía de formación académica, no portaba ciertos apellidos o porque no estaba en algún circulo social, laboral y político determinado. También he sido bendecida con la oportunidad de realizar aquellos empleos que a los colombianos avergüenzan y que uno hace fuera del país, en este tipo de ocupaciones he crecido mucho y he conocido personas maravillosas de una humildad increíble que me han retribuido con mucho más que dinero por mi labor.

Una de los sueños que se me cumplieron en este país (y sé que defraudaré a muchos que están esperando la foto del descapotable rojo) ha sido poder conducir sola a altas horas de la noche y en la madrugada sin la incertidumbre ni el temor de ser asaltada, cada vez que conduzco largos trayectos a esas horas y gozo de esa paz que se disfruta aquí, me siento bendecida y muy agradecida por ello.

Otro de los regalos maravillosos son mis largas caminatas a cualquier hora por la solitaria playa de Golden Beach, sin temor a nada ni a nadie, con la certeza de que esta vez la playa si es ese templo que yo he sacralizado en miles de ritos en donde nos hemos comunicado mejor que si fuéramos dos personas.

Y el más mundano de mis sueños tiene que ver con la ropa y la libertad que tenemos aquí de vestir a nuestro antojo, aquí no lucimos uniformadas porque la diversidad es un derecho muy respetado, aquí me he puesto los atuendos más locos y excéntricos con que soné alguna vez, con la certeza de que quien se queda mirándome es porque le gusta y lo más seguro es que me preguntará donde lo compré, no porque se va a burlar de mí y va a buscar un combo de amigos para que hagan mofa de mi manera de vestir, tampoco perderé el trabajo si un día decido ir con una peluca azul o violeta y con unos aretes con la bandera de Colombia.



Pero en estos días mi yerno sin saberlo realizó uno de mis sueños, me invitó a ver un espectáculo sobre hielo, algo que siempre quise ver toda mi vida y que nunca había hecho. Fuimos a ver Toy Story con mis nietos, y la apertura del evento sacó lágrimas dulces de paseo por mi rostro, mientras mis entrañas se expandían de un gozo infinito. Ver el rostro de felicidad de mi pequeña Samantha hizo completo ese momento de perfección, y me sentí tan agradecida de toda la abundancia de la que disfruto actualmente. Fue un momento mágico de retorno a la niñez, donde por un par de horas fui otra vez niña con mi nieta que me lo permite todo el tiempo, comiendo algodón de azúcar y pizza, y viendo desfilar a todos los personajes de la película Toy Story, me maravilló salirme por un momento de mi regresión a la niñez y ver con ojos de mujer a Ken, el novio de la Barbie, y darme cuenta que estaba desmejorado, que no era el Ken que alguna vez quise tener en mi lecho sólo que un poco más bronceado, y quizá sólo por eso me dejé atrapar de nuevo por la niña que alguna vez fui, que no tuvo Barbie, y que las conocí en las cajas de juguetes de mis amigas, tampoco tuve un Ken, no al menos en aquel tiempo, porque cuando crecí he tenido unos cuantos de buena carne y magníficos huesos y los he exhibido con el mismo orgullo que lo hacían mis amiguitas con los suyos de juguete.

Pero lo más importante que me dejó esa experiencia de ir a ver Disney on ice, fue reunirme de nuevo con aquella niña que no tuvo muchos juguetes, aunque no quise tenerlos, si desee mucho asistir a espectáculos que estaban fuera del presupuesto de mi madre, pero ese deseo se mantuvo guardado en el baúl de mis sueños, y ese día comprendí que este es un momento crucial en mi vida porque el universo está sacando de ese baúl uno a uno mis sueños y me los está cumpliendo, justamente hoy mientras terminaba este artículo recibí la noticia de que uno de los sueños que más he acariciado en mi vida acaba de materializarse. Gracias al universo por toda la abundancia de la que me rodea y que gracias a ella me lleno de más confianza en el futuro porque sé que todos los recursos están al alcance de mi mano.



Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Que rico queridita!
Este fin de semana yo tambien disfruté del hielo con mi piloto...pero al estilo 9 semanas y media!
Vilma

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