LA SACERDOTISA
A veces la mirada profunda de mi nieta atraviesa todo mi ser y hace estremecer todos mis cuerpos (espiritual, emocional, mental y físico) eso es cuando sus ojos se posan sobre mí por muchos minutos sin parpadear y tengo la certeza de que sabe más de mi que yo misma, como si viniera de otro universo cargada de planes que sólo ella conoce, me parece estar frente a la más sabia pitonisa que puede ver mi futuro en el iris de mis ojos.
Que momentos tan mágicos son esos, yo trato de mantener la mirada sobre ella, pero debo confesar que la de ella tiene más poder sobre la mía, entonces tímidamente le pregunto en voz alta de donde viene, que viene a enseñarme y porque nos eligió como familia para vivir su experiencia humana, y su mirada sigue puesta sobre mi con una fuerza indescriptible, es en entonces cuando me rindo ante el poder que esta pequeña de dos meses de nacida tiene sobre mí.
La Llegada de Samantha a nuestras vidas ha estado cargada de magia desde mucho antes de que su información genética hiciera presencia en el vientre de mi hija, unos meses antes de su concepción se me anunció a través de una femenina sandalia de bebé que me encontré en la calle saliendo de mi casa, ese día supe que era mi nieta que se estaba anunciando, se lo regalé a mi hija y ella lo colgó en el espejo retrovisor de su auto.
A las pocas semanas de mi hija estar embarazada ella apareció en uno de mis sueños y me mostró sus genitales confirmando su género, le anuncié a mi hija que era una hembra, pese a que toda su lógica y racionalidad le hacían pensar que era un varón.
Durante el embarazo de mi hija, empecé a escribir cuentos para ella, uno de ellos versa sobre su llegada al mundo con un tercer ojo, el día de su nacimiento nos sorprendió con un lunar rojo en medio de su frente.
Y aunque esto parece un cuento lleno de fantasía, ha sido nuestra realidad y la sincronía cósmica que me une a la pequeña Samantha y que es absolutamente maravillosa. Compartimos en mismo signo zodiacal y como si fuera poco el mismo ascendente.
Aunque mucha gente me había hecho coloridas descripciones de lo que significaba ser abuela, a mi me ha tomado por sorpresa este maremoto de sensaciones que hacen de este momento de mi existencia uno de los mejores de mi vida. Estoy entendiendo porque muchas abuelas no están más cerca de sus nietos, exige mucho de uno participar activamente del proceso de desarrollo de los nietos, hay que negociar con las circunstancias, replantear el orden de prioridades y sobre todo silenciar al ego cuando se hace presente diciendo "Y yo que?". A mi ego no le hace feliz a veces dejar de hacer cosas que hacía antes por estar con mi nieta, pero una vez que estoy disfrutándola, mi ego termina derretido también, así de poderosa es ella que consigue seducirlo.
Estoy aprendiendo cada vez mas del amor con ella, de eso me doy cuenta cuando siento malestar con alguien o me cuesta comprender los porqués de los demás, me basta refugiarme en los ojos profundos de la pequeña Samantha y un amor inmenso que todo lo abarca diluye mi sensación de separatividad y puedo acceder el campo vibracional de la perfección en medio del caos. Amor es siempre la respuesta que encuentro en sus ojos cuando se queda mirándome fijamente sin una sola sonrisa en su expresión y con una solemnidad que me hace pensar que estoy frente a una sacerdotisa.
Que momentos tan mágicos son esos, yo trato de mantener la mirada sobre ella, pero debo confesar que la de ella tiene más poder sobre la mía, entonces tímidamente le pregunto en voz alta de donde viene, que viene a enseñarme y porque nos eligió como familia para vivir su experiencia humana, y su mirada sigue puesta sobre mi con una fuerza indescriptible, es en entonces cuando me rindo ante el poder que esta pequeña de dos meses de nacida tiene sobre mí.
La Llegada de Samantha a nuestras vidas ha estado cargada de magia desde mucho antes de que su información genética hiciera presencia en el vientre de mi hija, unos meses antes de su concepción se me anunció a través de una femenina sandalia de bebé que me encontré en la calle saliendo de mi casa, ese día supe que era mi nieta que se estaba anunciando, se lo regalé a mi hija y ella lo colgó en el espejo retrovisor de su auto.
A las pocas semanas de mi hija estar embarazada ella apareció en uno de mis sueños y me mostró sus genitales confirmando su género, le anuncié a mi hija que era una hembra, pese a que toda su lógica y racionalidad le hacían pensar que era un varón.
Durante el embarazo de mi hija, empecé a escribir cuentos para ella, uno de ellos versa sobre su llegada al mundo con un tercer ojo, el día de su nacimiento nos sorprendió con un lunar rojo en medio de su frente.
Y aunque esto parece un cuento lleno de fantasía, ha sido nuestra realidad y la sincronía cósmica que me une a la pequeña Samantha y que es absolutamente maravillosa. Compartimos en mismo signo zodiacal y como si fuera poco el mismo ascendente.
Aunque mucha gente me había hecho coloridas descripciones de lo que significaba ser abuela, a mi me ha tomado por sorpresa este maremoto de sensaciones que hacen de este momento de mi existencia uno de los mejores de mi vida. Estoy entendiendo porque muchas abuelas no están más cerca de sus nietos, exige mucho de uno participar activamente del proceso de desarrollo de los nietos, hay que negociar con las circunstancias, replantear el orden de prioridades y sobre todo silenciar al ego cuando se hace presente diciendo "Y yo que?". A mi ego no le hace feliz a veces dejar de hacer cosas que hacía antes por estar con mi nieta, pero una vez que estoy disfrutándola, mi ego termina derretido también, así de poderosa es ella que consigue seducirlo.
Estoy aprendiendo cada vez mas del amor con ella, de eso me doy cuenta cuando siento malestar con alguien o me cuesta comprender los porqués de los demás, me basta refugiarme en los ojos profundos de la pequeña Samantha y un amor inmenso que todo lo abarca diluye mi sensación de separatividad y puedo acceder el campo vibracional de la perfección en medio del caos. Amor es siempre la respuesta que encuentro en sus ojos cuando se queda mirándome fijamente sin una sola sonrisa en su expresión y con una solemnidad que me hace pensar que estoy frente a una sacerdotisa.
Comentarios
Mi alegría mas grande será cuando tenga una nieta!!. me da gusto leer tus palabras tan llenas de amor y emoción por ese ese ser pequeñito que cambia muchas vidas.
Hace meses mi hija perdió a su nena a los 4.5 meses de gestación y es un evento que aun no lo puede superar, esa niña era un milagro pues ella no puede tener bebés, asi que esperaremos que el milagro se repita.
Saludos!
Yo conozco a esa niña y a esa abuela. Me consta que este par de almas danzan armónicamente al son de las notas de AMOR que las enigmatiza y las envuelve. Muy bello tu artículo SUPER ABUELA Lulú. Felicitaciones Lulú, es una suerte poder experimentar el permanente estado del AMOR a traves del Abuelazco.
Clemencia Huertas