¿PORQUÉ A LA GENTE MALA LE PASAN COSAS BUENAS?

Ella se bebía la vida como si fuera una botella de vino que se le fuera a acabar pronto, fue la más precoz de nuestra generación. Consumía drogas porque eso era estar de moda, su sistema de valores tenía muchos ceros a la derecha por lo que se involucraba sentimentalmente sólo con ejecutivos de alto riesgo*, hablaba de su cuerpo como el tesoro con que la naturaleza la había dotado y por lo tanto debía "administrarlo" con inteligencia. Nos unía la filosofía, a mi me apasionaba y ella la memorizaba porque tenía una memoria prodigiosa. Coincidíamos en casas de amigas en común, y de ella me gustaba que siempre estaba alegre y que sonreía como si nunca en la vida hubiera tenido un sólo problema. No escondía sus abortos, y visitaba la iglesia para obtener perdón por ellos, como buena creyente. Su vida era desordenada pero tenía el brillo que todas queríamos tener y que no conseguíamos porque no éramos tan "libres" como ella.

Algunos le pronosticaron un fatal desenlace cuando se fue a vivir con un hombre que traficaba con drogas, pero enviudó y se quedó viviendo con un hombre que ella elijió. Nunca ha carecido de nada y siempre que la he vuelto a ver es como si el tiempo no hubiera hecho nada en ella, su vida es luminosa.

Hace dos años que la vi por última vez y su vida sigue intacta, llena de brillo, de lujos, de hombres y de ese caos que ella tanto adora. Me ofreció pagar por mis prótesis de senos, para reemplazar mis "limones" como los llama ella, pero cuando le dije que mejor me diera el dinero para otra cosa, dijo que prefería quemarlo. Y una amiga en común que tenemos masculló una palabra de resentimiento entre dientes y salió furiosa de allí, es la misma amiga que la sigue de cerca y que está esperando cuando es que ella pagará por todo lo que ha hecho. "es que no es justo que todo le salga tan bien, después de lo canalla que ha sido" terminó diciendo. Aunque me aventuré a pensar que sentía envidia, descarté la posibilidad porque no quiero albergar malos pensamientos de mis amigas.

Como ella, tenemos muchos personajes que parece que terminan saliéndose con la suya, como presidentes de países, dictadores que sólo la muerte vence, etc.

Y uno se pregunta ¿porqué a la gente buena le pasan cosas malas y a la gente mala le pasan cosas buenas?

Karma, tiene que ser la respuesta, o ley de correspondencia, es aquí donde la reencarnación parece ofrecer respuestas, es aquí donde el consuelo es que el alma haya hecho un pacto previo para ejercer un rol en este mundo y llevarlo a cabo sin importar el precio, como un actor cuando se compromete con su rol de malo, y lo lleva a cabo desde el principio de la película hasta el final.

Pero también se aventura por mi mente otra posibilidad, el auto perdón ¿que tal si esas personas saben lo que hacen y simplemente se perdonan a si mismas lo que hacen? Leyendo una entrevista que le hicieron a Theodore Van Kirk, el piloto del avión desde el cual se lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima, en 1945. le preguntaron ¿Cómo cambió su vida después de Hiroshima? Y su respuesta fue "En nada. Permanecí en el servicio militar durante un tiempo. Al salir, ingresé a la universidad y me gradué de ingeniero químico. Luego trabajé en la empresa Dupont durante 36 años. Me retiré y mi vida no cambió para nada. He tenido una muy, pero muy buena vida."

Reconocer el contrato que firmamos antes de llegar a éste mundo y la importancia de respetar ese contrato podría ser la clave para obtener mayor satisfacción con nuestra vida, pero sobre todo nos puede ofrecer respuestas a situaciones que nuestros sentidos no comprenden y nos ayuda a liberarnos cada vez más de elaborar juicios sobre los actos de los demás, y a perdonar y perdonarnos a nosotros mismos con mayor facilidad.

Érase una vez un pequeño ángel que vivía en el cielo. Él sabía que era Dios, sabía que era la luz y sabía que lo único que existía era el Amor. Un día estaba caminando por el cielo y escuchó otros angelitos hablando sobre el dolor y el miedo. Les preguntó: "¿Qué es eso llamado dolor? Nadie podría hacerme daño pues yo soy Dios, yo soy la luz. Y ¿qué es eso llamado miedo? ¿A qué podría yo temerle si lo único que existe es el
Amor?".
Los otros angelitos le dijeron: "Sí, sí, lo sabemos, lo sabemos... es un juego". El angelito exclamó dando brincos de emoción: "¿Un Juego? ¡Me encantan los juegos! Quiero jugar, quiero jugar". Los otros ángeles respondieron: "Espera un minuto, no es tan fácil. Primero, tienes que bajar a la Tierra y tienes que encontrar a alguien que quiera jugar contigo, alguien que quiera herirte y asustarte profundamente". El angelito dijo: "¡Uy, qué maravilla! ¿Quién quiere jugar conmigo y herirme intensamente y asustarme mucho? ¿Quién me ama tanto?".
Un angelito se acercó y dijo: "Yo juego contigo". Y el pequeño ángel preguntó '¿De veras? ¿Prometes herirme mucho y asustarme mucho? ¿Tanto me amas?" El ángel le contestó: "Sí, te lo prometo, pero tú también tienes que prometerme algo, prometerme que te vas acordar de que esto es sólo un juego".
¿Recuerdas esta conversación? ¿No? ¡Pero tú lo prometiste!
¡Es sólo un juego!

Cuento de Donald Walsch
*sicarios

Comentarios

antonio ha dicho que…
Ni Karma, ni nada. Es simplemente la injusticia divina.Por eso lo desprecio tanto que n creo en él
KAZVEL ha dicho que…
Bueno, creo que la vida es una enorme contabilidad, donde se colocan cosas y se quitan cosas, es facil ver los toros desde la barrera, pero no sabemos que hay cuando nadie les ve, me gusta el cuento, realmente hermoso, y me causa impresion muy agradable el hecho de como vas hilvanando las ideas en la seleccion de palabras correctar que muestran un gran ritmo, imposible resistirse a leerte, tus letras sobre mis ojos ejercen una poderosa fuerza de gravedad.
Festejo tus escritos y en especial para este recuerdo una frase que le dijo el hombre sombra a la princesa (La princesa y el sapo) "Si quieres esto que deseas, lo puedes tener pero todo lo demas desaparecera", aqui la pregunta que habria que hacer es que ha desaparecido de sus vidas y que estarias tu dispuesta a sacrificar para vivir asi.
Siendo sincero, nada, en mis miserias soy capaz de sonreir y como vino tengo de vez en cuando una cerveza, ¿Que mas se puede pedir?

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