AMOR A MUERTE

Cuando era niña me llamaba la atención la convivencia de las familias de muchas de mis amigas, sobre todo de aquellas que eran numerosas, se trataban mal, no gozaban de mucha tolerancia entre ellos y se peleaban con frecuencia y por tonterías, tenía la sensación de que se odiaban y que la única razón por la que permanecían juntos era porque estaban obligados a hacerlo en aras de la supervivencia material, con lo que me sentía afortunada de no tener una familia numerosa ¡parecía que era tan sencillo para mi madre y yo tratarnos bien y tener una convivencia armónica!. No obstante cuando alguien de esas familias numerosas fallecía, el escenario en el funeral era apenas soportable, el dolor hacía gala en todo su esplendor sin importar si el día anterior se habían enlazado en alguna discusión o en la más violenta pelea. A ésto le llamo amor a muerte, el amor que sólo es posible ser demostrado a la hora de la muerte.

Mientras observo las diferentes interacciones de las personas siempre me pregunto ¿Qué hace que la gente no se procure buen trato verbal? ¿Porqué hay esa compulsiva tendencia a la agresividad en todas sus gamas, desde la más pasiva hasta la más activa?. Y es que detectar la agresividad pasiva no siempre es fácil. Quizás alguna vez el lector haya tenido la sensación que después de interactuar con alguien a quien le tiene afecto le queda un sinsabor que no consigue saber de donde procede. Eso ocurre cuando la agresividad verbal es pasiva y está oculta en cánones “normales” de comunicación que hemos aceptado como lo habitual porque quizás esas mismas interacciones las hemos vivido en casa.

Yo las tengo categorizadas y las considero enemigos mortales de la comunicación: las preguntas sin respuesta, la incapacidad exhibicionista, la manipulación mediante la culpabilidad, la adicción al humor negro y la objeción al momento presente.

Las preguntas sin respuesta son aquellas que buscan indirectamente obtener poder en la conversación, porque dejan el sinsabor de que hicimos algo mal si exhibimos ese “algo” (en lo que la mayoría de las veces no tenemos poder) y además no hemos hecho nada para corregirlo. Las preguntas sin respuesta son una forma "inocente" de comunicación mas común de lo que pensamos, y entre otras cosas a veces es la única herramienta de comunicación que parecen conocer algunos interlocutores. Lo más poderoso que tiene éste mecanismo de comunicación es que incluye el tercero, es un paquete completo, dos en uno, porque genera culpabilidad en los asuntos por los cuales estamos siendo cuestionados, ejemplos de estas preguntas serían: ¿porqué estas tan gorda o tan flaca? ¿Porqué te quemaste la piel en el sol? ¿Porqué tienes las piernas tan delgadas o tan gruesas? ¿Porqué te salieron canas? ¿porqué tienes manchas en la cara? ¿porqué tienes ese lunar precisamente ahí? Etc.

La incapacidad exhibicionista es la que exhibe sin pudor alguno sus limitaciones, con ello a veces parece que adquiere cierto estatus o poder, sobre todo en el caso de algunas mujeres que tienen poder adquisitivo quienes disfrutan diciendo que no son buenas cocinando o limpiando, lo que ignoran es que ese mecanismo de comunicación es dañino para ellas mismas porque inconscientemente están minando su propia autoestima, y están emitiendo un mensaje paralizante en vez de un mensaje de poder. Irónicamente con el mismo mensaje que buscan a toda costa adquirir poder, lo pierden, sólo que esas habas se cuecen lentamente en ese sótano llamado inconsciente, algunos ejemplos de la incapacidad exhibicionista son : soy incapaz de cocinar un huevo, nunca podría conducir de noche, no soy buena limpiando mi casa, soy incapaz de leer un libro hasta el final, no podría sobrevivir sin aire acondicionado, soy incapaz de ser disciplinada con el ejercicio, no soy buena para las computadoras, a mi la tecnología me atropella etc.

La manipulación mediante la culpabilidad, a pesar de que esta incluida en el primer modelo de comunicación, tiene una gama extensa de usos y utilidades, se puede usar con éxito en la relación de pareja, y en las relaciones entre padres e hijos y el éxito es mas funcional mientras mas estrecha sea la relación y mientras mas intimidad exista con el interlocutor. Mensajes como, si me quisieras lo suficiente me llamarías a diario, me comprarías aquel vestido, me darías la razón en una discusión, dejarías de ir a aquella fiesta por estar conmigo, desatenderías aquella invitación en la que no estoy incluido, harías ejercicio conmigo, no saldrías solo sin mi, me darías la clave de tus cuentas de correo etc. y un largo etc.

La adicción al humor negro es algo de lo que todos en algún momento hemos sido el blanco, son aquellas personas que generalmente son muy excéntricas y buscan a toda costa llamar la atención sobre si mismas, muchas de ellas no tienen mucha educación y disfrutan de un misterioso talento para hacer de las falencias y las limitaciones de los demás algo de que reírse. Generalmente el humor negro es divertido para el que lo practica y para los que lo escuchan no así para quien es el blanco. A mediano y largo plazo mina la autoestima de quienes están mucho tiempo expuestos a este tipo personaje.

Otra gama de manipulación mediante la culpabilidad, incluye a los objetores del momento presente, quienes usan la manipulacion de su entorno para evadir el momento presente. El manipulador casi siempre usa la culpabilidad para tener éxito y conseguir lo que quiere, eso es porque ha perdido de vista la diferencia entre lo que quiere y lo que realmente necesita. Recuerdo una reunión en la que estuve y una de las participantes estaba incómoda con la temperatura que había en el salón, aunque la temperatura estaba perfecta para todas, la mujer en mención argumentó que enfermaría en contados minutos si no se bajaba la temperatura, se echaba aire con un papel, y decía que su presión arterial estaba subiendo, pese a que no había signos físicos de que algo así estuviera pasando, Pero consiguió que la mitad de los participantes se movieran en función de ella, la anfitriona debió sentirse culpable porque procuró hacer lo imposible por tener una mejor temperatura para ella. Las sugerencias y soluciones estuvieron a la orden del día, soluciones para las que había una objeción poderosa porque la única solución que ella tenía en mente era la que ella quería, es decir la misma temperatura que ella usaba en su casa. Yo me mantuve en mi silla observando el poder tan grande que esta mujer tenía en sus manos con un método tan primario de comunicación, asombrada de ver como no era detectable por las demás y como entraban en su juego mientras el tiempo se nos escurría entre los dedos, me pregunté si ella era conciente de lo que estaba haciendo, y me temo que no lo era, aunque eso no disminuía el daño que estaba haciendo al grupo alterando la energía del lugar y del grupo. Pero mi mayor sorpresa fue la objeción final cuando una de las compañeras encontró la solución ideal para ella, que era sentarla junto a una ventana por donde estaba entrando una deliciosa brisa marina, argumentó enérgicamente y con el tono de frustración que ya estaba quebrando su voz que no le podía dar la espalda al mar. Me acomodé en mi silla tratando de no dar rienda suelta a la risa que me producía la resistencia que ésta mujer estaba presentando al momento presente, y como con su resistencia trataba de llevarse a los demás por delante.

Es cierto que todos tenemos nuestras propias neurosis y que no somos perfectos a la hora de comunicarnos, pero si es nuestra responsabilidad trabajar por mejorar nuestros modelos de comunicación, por hacer de cada encuentro con el otro un momento sagrado en donde estemos presentes no sólo física sino mental, sicológica y espiritualmente, donde podamos demostrar nuestro amor por los demás, aqui y ahora mientras estan vivos, otorgándoles el mejor trato y aprovechando esos momentos para domesticar las fieras que se despiertan en nosotros.

Personalmente me gusta revisar mis códigos de comunicación; y las interacciones sociales son el escenario perfecto para hacerlo, quizá no tenga éxito todo el tiempo haciéndolo. Cuando obtengo el regalo de darme cuenta que mi lenguaje está separando en vez de unir, cierro mi boca o simplemente me alejo, me gusta recordar aquellos dichos que rezan: "cierra tu boca si lo que vas a decir no es más bello que el silencio", o mejor aún éste "procura que tus palabras sean lo suficientemente dulces en caso de que tuvieras que tragártelas". Cuando mi ego se resiste a estas dos frases, me sirve preguntarme que clase de amor quiero ofrecerle a las personas, un amor lleno de vida o un amor a muerte.

Comentarios

KAZVEL ha dicho que…
Me impresionas, el amor a la filosofia emana de cada poro de tu piel y se traduce en ideas que martillean tus dedos para dejarlas grabadas en los ojos de quienes las observan y desean quedarselas como armas de defensa en un futuro incierto.
Te felicito, es sublime lo que haces.
Saludos

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