LA MAFIA, UNA NECESIDAD EVOLUTIVA

Este año he visitado los hospitales más de lo que hubiera querido:

Marzo: por una cirugía. En aquel entonces hice referencia a la manera abrupta como me sacaron del hospital antes de haber salido de la anestesia, haciendo uso de mi capacidad de ver lo mejor en las peores circunstancias recuerdo que escribí lo siguiente:

“Pese a que me sacaron del hospital antes de que despertara completamente de la anestesia, y que me sentía viviendo una pesadilla, pude ver en aquella experiencia más una manera de demostrarme mi valor y mi fortaleza antes que una intención hostil por dañarme de parte de la enfermera, ella sólo estaba cumpliendo con el protocolo del hospital en estos casos”

Mayo: accidente de transito. Me vieron tres traumatólogos, y nunca se pudieron poner de acuerdo sobre mi diagnóstico, el primero dijo que me había roto la tercera costilla, el segundo dijo en la primera consulta que no había ninguna costilla rota, tras repetir las radiografías confirmó que tenía rota la cuarta costilla, el tercero estuvo de acuerdo en que estaban rotas dos la quinta y la sexta…

Julio: accidente de mi esposo y agosto urgencia de mi hija embarazada por lo que acudimos al servicio de Urgencias.

No voy a hablar mal del servicio de urgencias del “Memorial Hospital” porque tengo que admitir que es muy bueno, se aseguran una rutina dispendiosa que le brinda a uno la seguridad de que están muy preocupados por la salud de uno, y lo hacen sentir el más importante de la sala de emergencias, uno termina comprendiendo la poderosa razón de ser de esa conducta cuando recibe la cuenta un mes después, los cobros detallados hasta por cada sonrisa recibida en el vestibulo del hospital y por el cuerpo atlético de los paramédicos, responden al porque uno permanece tanto tiempo en sala de emergencias así sea por una amenaza de aborto para la cual al final de todas las pruebas (bien costosas) la única y fría respuesta que una embarazada recibe es: “regrese a casa tranquila que lo que va a pasar pasará, si el bebé se va a perder no hay nada que podamos hacer para impedirlo” me impresiona esa sabiduría médica…

Por eso no me sorprende leer publicaciones como éste párrafo de la entrevista que dió la doctora Ghislaine Lanctot autora del libro “La Mafia Médica” a Laura Jimeno Muñoz para Discovery Salud. Se trata probablemente de la denuncia publicada más completa, integral, explícita y clara del papel que juega a nivel mundial el complejo formado por el Sistema Sanitario y la Industria farmacéutica.

LA MAFIA, UNA NECESIDAD EVOLUTIVA
-Sin embargo, a pesar de todo, usted mantiene que la mafia médica es una necesidad evolutiva de la humanidad. ¿Qué quiere decir con esa afirmación?

Verá, piense en un pez cómodamente instalado en su pecera. Mientras tiene agua y comida, todo está bien pero si le empieza a faltar el alimento y el nivel del agua desciende peligrosamente el pez decidirá saltar fuera de la pecera buscando una forma de salvarse. Bueno, pues yo entiendo que la mafia médica nos puede empujar a dar ese

salto individualmente. Eso sí, habrá mucha gente que preferirá morir a saltar.

-Pero para dar ese salto es preciso un nivel de conciencia determinado

Sí. Y yo creo que se está elevando mucho y muy rápidamente. La información que antes se ocultaba ahora es pública: que la medicina mata personas, que los medicamentos nos envenenan, etc. Además, el médico alemán Ryke Geerd Hamer ha demostrado que todas las enfermedades son psicosomáticas y las medicinas no agresivas ganan popularidad. La mafia médica se desplomará como un castillo de naipes cuando un 5% de la población pierda su confianza en ella. Basta que ese porcentaje de la población mundial sea consciente y conectado con su propia divinidad.

Entonces decidirá escapar de la esclavitud a la que le tiene sometida la mafia y el sistema actual se derrumbará. Tan sencillo como eso.

-¿Y en qué punto cree que estamos?

Pues no sabría cuantificarlo pero pienso que probablemente en menos de 5 años todo el mundo se dará cuenta ya de que cuando va al médico va a un especialista de la enfermedad y no a un especialista de la salud. Dejar a un lado la llamada ’medicina científica’ y la seguridad que propone para ir a un terapeuta es ya un paso importante. También lo es perder el respeto y la obediencia ciega al médico. El gran paso es decir no a la autoridad exterior y decir sí a nuestra autoridad interior.

-¿Y qué es lo que nos impide romper con la autoridad exterior?

El miedo. Tenemos miedo a no acudir al médico. Pero es el miedo, por sí mismo, quien nos puede enfermar y matar. Nos morimos de miedo. Se nos olvida que la naturaleza humana es divina, es decir, concebida para comportarnos como dioses.

¿Y desde cuándo los dioses tienen miedo? Cada vez que nos comportamos de manera diferente a la de un dios nos ponemos enfermos. Esa es la realidad.

-¿Y qué cree que pueden hacer los medios de comunicación para contribuir a la elevación de la conciencia en esta materia?

Informar sin intentar convencer. Decir lo que sabéis y dejar a la gente hacer lo que quiera con la información.

Porque intentar convencerles sería imponer otra verdad y de nuevo estaríamos en otra guerra. Se necesita sólo dar referencias. Basta decir las cosas. Luego, la gente las escuchará si resuenan en ellos. Y si su miedo es mayor que su amor por sí mismos dirán: ’Eso es imposible’. En cambio, si tienen abierto el corazón, escucharán y se cuestionarán sus convicciones. Es entonces, en ese momento, cuando quieran más, cuando se les puede dar más información.

Laura Jimeno Muñoz
Publicado en: http://crimentales.blogspot.com/

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Muy bueno tu articulo Luz Dary. Ya me considero parte de ese 5%.
Carlos Diaz
juan ha dicho que…
The human body has its own doctor who is the immune system, developer and manager of the defenses.
And if you believe in Jesus in your heart, you have life, abundant life .....

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