SANCOCHO COLOMBIANO
Una mujer me envió una respetuosa y asertiva carta pidiéndome el favor de que no hablara mal de Colombia en mi blog, lo hizo a propósito de mi artículo "Como en Colombia". Le respondí ofreciéndole publicar su carta en la sección de comentarios de mi blog, como única manera de subsanar su malestar dándole la oportunidad de expresar su discrepancia públicamente. Pero no me respondió más, por lo que no publiqué la carta.
Pero me quedé pensando en ella, porque días después en un programa de radio que escucho por las mañanas escuché a la gente de Medellín quejándose de que estaban mostrando mala imagen de Medellín y de Colombia a través de las novelas y de las películas que hablan de narcotráfico.
Durante mi estancia en Noruega, encontré en una biblioteca, el libro de García Márquez "Noticia de un secuestro" era el único libro en español que había allí, y mucha gente de habla hispana en su mayoría Chilenos tenían como referencia nuestra ese libro y las calamidades que García Márquez describe en su libro, acerca de familias acomodadas que guardaban a secuestrados en sus casas y los hacían interactuar con los invitados en sus reuniones sociales, sin que ninguno de los invitados hablara nunca o diera parte a las autoridades sobre el paradero de estos secuestrados que todos los días engalanaban los noticieros.
Ésa fue la parte más impactante del libro que recuerdo, sin embargo, personalmente nunca he escuchado a nadie recriminar a García Márquez por mostrar ese rostro de Colombia en su libro. Quizá sea porque él se llevo el premio Nobel y las novelas y las películas no han obtenido premios significativos, o porque los que más protestan por la imagen de Colombia no han leído el libro.
Y es que nuestra fama tiene múltiples facetas, como la experiencia que tuve con un invitado que tuvimos una vez en casa. El hombre venía de Marruecos y se alegró de saber que su anfitriona era una colombiana. Cuando lo recogí en la estación del tren, eran apenas las ocho de la mañana y el hombre me miró entre sorprendido y displicente, estaba silencioso y lo percibí incómodo, finalmente rompió el silencio preguntándome si en efecto yo era colombiana, cuando le respondí que sí, me preguntó porque no tenía prótesis de senos y porque no era más voluptuosa, lo hizo sin temor a lastimarme, quizá para deshacerse de la frustración que le generaba que sus expectativas se hubieran estrellado con una cruda realidad, sonreí mientras seguía conduciendo y le dije que estaba muy temprano aún y que recién me había bañado por lo que todavía no me las había puesto, sorprendido y con una expresión de alivio preguntó si las protesis de senos eran removibles y le dije" Oh si, pero casi ni se nota que lo son, es lo último en cirugía estética".
Como soy una adoradora de las novelas (absolutamente todas) tengo una óptica distinta, me parece que son una opción que están usando algunas personas para sacar lo mejor de lo peor. Nuestra imagen no se limpiará porque mantengamos en "secreto" nuestra realidad. Y si más bien lo hará cuando cada uno de nosotros decidamos no pactar más con la doble moral. Cada país tiene una cruz a cuestas que cargar, a nosotros nos tocó el secuestro y el narcotráfico; y de ellos tenemos que sacar lo mejor. Eso es construirse un pedestal con las piedras que nos arrojan. Nadie contabiliza los empleos que genera una novela o una película basada en éstos temas, y como gracias a esa "mala" imagen es que justamente tenemos abierto el mercado de ventas sobre esta temática en especial, en el mundo.
Cuando he tenido la oportunidad de hablar con personas que no conocían a Colombia y que tenían una mala imagen de ella, me doy cuenta que en ése momento se me ofrece la oportunidad de ser embajadora de mi país. Mostrando el ser humano que soy puedo reconstruir una nueva imagen de mi país. Me alegra saber que la mayoría de las veces hago un buen papel de embajadora, no tapando el sol con un sólo dedo silenciándome cuando debo denunciar las cosas que seguimos haciendo mal, sino exhibiendo el ser humano que hay detrás de mi y como ese ser humano también es producción colombiana.
Tenemos muchos buenos embajadores de nuestro país que nos representan bien en el mundo, la mala fama que cargamos la construimos todos colaborando en pequeñas o grandes medidas con la corrupción. Solamente aceptando esa responsabilidad es que podremos preparar un buen sancocho colombiano con los tomates y las papas que nos lanzan para maltratarnos.
Pero me quedé pensando en ella, porque días después en un programa de radio que escucho por las mañanas escuché a la gente de Medellín quejándose de que estaban mostrando mala imagen de Medellín y de Colombia a través de las novelas y de las películas que hablan de narcotráfico.
Durante mi estancia en Noruega, encontré en una biblioteca, el libro de García Márquez "Noticia de un secuestro" era el único libro en español que había allí, y mucha gente de habla hispana en su mayoría Chilenos tenían como referencia nuestra ese libro y las calamidades que García Márquez describe en su libro, acerca de familias acomodadas que guardaban a secuestrados en sus casas y los hacían interactuar con los invitados en sus reuniones sociales, sin que ninguno de los invitados hablara nunca o diera parte a las autoridades sobre el paradero de estos secuestrados que todos los días engalanaban los noticieros.
Ésa fue la parte más impactante del libro que recuerdo, sin embargo, personalmente nunca he escuchado a nadie recriminar a García Márquez por mostrar ese rostro de Colombia en su libro. Quizá sea porque él se llevo el premio Nobel y las novelas y las películas no han obtenido premios significativos, o porque los que más protestan por la imagen de Colombia no han leído el libro.
Y es que nuestra fama tiene múltiples facetas, como la experiencia que tuve con un invitado que tuvimos una vez en casa. El hombre venía de Marruecos y se alegró de saber que su anfitriona era una colombiana. Cuando lo recogí en la estación del tren, eran apenas las ocho de la mañana y el hombre me miró entre sorprendido y displicente, estaba silencioso y lo percibí incómodo, finalmente rompió el silencio preguntándome si en efecto yo era colombiana, cuando le respondí que sí, me preguntó porque no tenía prótesis de senos y porque no era más voluptuosa, lo hizo sin temor a lastimarme, quizá para deshacerse de la frustración que le generaba que sus expectativas se hubieran estrellado con una cruda realidad, sonreí mientras seguía conduciendo y le dije que estaba muy temprano aún y que recién me había bañado por lo que todavía no me las había puesto, sorprendido y con una expresión de alivio preguntó si las protesis de senos eran removibles y le dije" Oh si, pero casi ni se nota que lo son, es lo último en cirugía estética".
Como soy una adoradora de las novelas (absolutamente todas) tengo una óptica distinta, me parece que son una opción que están usando algunas personas para sacar lo mejor de lo peor. Nuestra imagen no se limpiará porque mantengamos en "secreto" nuestra realidad. Y si más bien lo hará cuando cada uno de nosotros decidamos no pactar más con la doble moral. Cada país tiene una cruz a cuestas que cargar, a nosotros nos tocó el secuestro y el narcotráfico; y de ellos tenemos que sacar lo mejor. Eso es construirse un pedestal con las piedras que nos arrojan. Nadie contabiliza los empleos que genera una novela o una película basada en éstos temas, y como gracias a esa "mala" imagen es que justamente tenemos abierto el mercado de ventas sobre esta temática en especial, en el mundo.
Cuando he tenido la oportunidad de hablar con personas que no conocían a Colombia y que tenían una mala imagen de ella, me doy cuenta que en ése momento se me ofrece la oportunidad de ser embajadora de mi país. Mostrando el ser humano que soy puedo reconstruir una nueva imagen de mi país. Me alegra saber que la mayoría de las veces hago un buen papel de embajadora, no tapando el sol con un sólo dedo silenciándome cuando debo denunciar las cosas que seguimos haciendo mal, sino exhibiendo el ser humano que hay detrás de mi y como ese ser humano también es producción colombiana.
Tenemos muchos buenos embajadores de nuestro país que nos representan bien en el mundo, la mala fama que cargamos la construimos todos colaborando en pequeñas o grandes medidas con la corrupción. Solamente aceptando esa responsabilidad es que podremos preparar un buen sancocho colombiano con los tomates y las papas que nos lanzan para maltratarnos.
Comentarios
Aunque es cierto que ésta problemática existe en nuestro país, no tiene ninguna utilidad social el mostrarla (en la mayoría de las veces de forma exagerada) de forma masiva en programas de televisión que llegan principalmente a los sectores de la población con menos oportunidades, recursos y nivel de educación, poniendo a los protagonistas como héroes, "varones", capaces de sobreponerse a la realidad que una gran parte de los espectadores viven todos los días y dejando el mensaje (oh, si! dejan mensaje!!) de que esa salida, la de la delincuencia, es viable para muchos. Además, Ud. cree que su papel como "buena embajadora" de Colombia puede contrarrestar de manera eficiente el efecto negativo de esta publicidad delincuencial que invade las pantallas? A cuantas personas que no conocen otras cosas de Colombia le llega su testimonio?
Finalmente, quiero pedirle a la autora que compare cuanta gente conoce que ve las novelas de las que habla y cuanta gente que conoce ha leído "Noticia de un secuestro". La comparación entre la novela de García Márquez y las telenovelas no es válida desde ningún punto de vista, empezando por el alcance que tienen, sin mencionar que es totalmente cuestionable que éstas tengan algún valor literario. Gracias.
Cada uno tiene sus patrias, sus países, sus mundos y claro que apoyan lo suyo, y sinceramente dudo mucho que tengan un criterio amplio para poder juzgar ya que para hacerlo hay que conocer a fondo las diferentes culturas y países “hay que vivirlo para sentirlo”, todos los países son hermosos y tienen sus pros y contras.
Y que Importante es tener embajadores Colombianos en cada país y muestren una Colombia positiva, rica y valiosa.
cuando alguien dice que en tal lado las cosas son feas me parece que no lo hemos visto con nuestros propios ojos, mas bien lo hemos visto con los comentarios de alguien disgustado por lo que no ha podido ver.
vivi un tiempo en el Caqueta y esa es una region guerrillera por naturaleza y por descuido, pero me henamore de lo hermoso de este sitio y no de lo que mis comandantes de batallon me obligaban a creer.
por esto y por mucho mas me siento orgulloso de ser colombiano, asi como dice la cancion.
viter73
Felipe A Lora
Felipe A Lora
1) Me encanta leer sus articulos, tan bien escritos, diversos, polemicos e interesantes.
2) Soy poco experta en computadores y no tengo personas, ni mucho menos "hackers" que me ayuden. Asi que prefiero escribirle a su correo.
3) Para mi, el hecho de intentar pensar, hablar y escribir bien de Colombia no se trata de "mantener en secreto la realidad" ni de una “doble moral”. Es hacer un esfuerzo mental constructivo y contar alguna de las multiples cosas buenas y hermosas que tiene nuestro Pais, (entre otras, la gran mayoria de su gente: honrada, trabajadora, inteligente y alegre). Si cada uno de nosotros, sea en Colombia o en el exterior, cada vez que va a expresar un pensamiento negativo sobre su patria, recapacita, piensa y dice algo bueno y positivo, estoy segura que poco a poco lograremos un cambio bien importante.
4) Estoy de acuerdo con el Anonimo que le escribe comentando que no justifica presentar novelas amarillistas, que solo muestran, violencia, narcotrafico, sexo y machismo, con la excusa de que esta dando empleos e ingresos a los colombianos, que bastante lo necesitamos. Pienso que toda esa creatividad, ingenio y dinero que se utiliza en ellas, se pueden aprovechar mucho mejor para presentar los mismos temas, sin ocultar la realidad, pero con algo de alegria, optimismo y buena imagen para nuestro Pais. Es cierto que se necesita mucho mas esfuerzo intelectual y es posible que generen menos rating. Pero, según mi opinión, bien valdría la pena intentarlo.
5) Y felicitaciones por su nieta!!!
Concepcion Escalon
(si lo desea, puede publicarlo)
Gracias por sus comentarios
Luz Dary